Son tantos los partidos participantes en las contiendas políticas de El Salvador que sus siglas podrían considerarse como una verdadera “sopa de letras”. Marcaron historia en su respectiva época y su trabajo fue duro en la captación de seguidores. Sería tedioso, por razones de espacio, mencionar algunos. Casi todos fueron efímeros, especialmente los resultantes de escisiones, y otros, como los contemporáneos PCN y PDC –fundados en los albores de los años sesenta–, lograron sobrevivir, gracias a componendas políticas.
Escrito por Eduardo Rohde Schell.22 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
En el escenario actual, el partido ARENA, ex gobernante y emblemático de la derecha, se fraccionó, debido a que catorce descontentos diputados desertaron de su seno y se arroparon en la agrupación llamada GANA. Tal suceso nos recuerda lo acaecido en Nicaragua, para las elecciones de 2006, cuando Daniel Ortega, por falta de unidad del ala conservadora, llegó al poder con ventaja exigua. Pírrica fue su victoria. La población no lo apoyaba, pero la dispersión de la derecha facilitó las cosas.
Aparentemente, tras la formación de GANA y el debilitamiento de ARENA, la izquierda ha logrado ventajas, dándole practicidad a la locución latina Divide ut regnes (divide para reinar). Pero esta percepción puede esfumarse con el tiempo. Falta trecho para las elecciones de 2012. ARENA es un gigante dormido, con una trayectoria de 29 años. Efectúa reingeniería en sus estructuras, corrige errores del pasado, ensancha puertas, da mayor vitalidad a sus principios y direcciona su trabajo a todos los estratos. A los miembros que trabajarán en las Asambleas Departamentales el COENA, su órgano de conducción, los exhortó a mantenerse fieles a valores del partido.
Una gran pregunta se hace la población. Saber si el naciente partido GANA sale bien librado del veredicto eleccionario de 2012. Es ahí donde probará su fortaleza. Se sabrá si tiene respaldo de los votantes.
A los 32 diputados iniciales del partido tricolor a quienes la población respaldó con 854,166 votos. Otro detalle: históricamente, los partidos resultantes de escisiones no han tenido mucho éxito y es que los votantes consideran que los principios y las convicciones de los políticos se fortalecen con el tiempo y les proporcionan un blindaje ético ante cualquier adversidad. Crece su lealtad. No pueden amilanarse al primer signo de tormenta.
Entendemos que los partidos PCN y PDC mantendrán una tendencia conservadora. Sus principios así lo indican. Tendrán que actuar con definición y descartar posiciones ambiguas y veleidosas.
En cuanto al FMLN no debe creer tanto aquello de “divide y reinarás”, porque los últimos sucesos, como la disparidad de criterios con el presidente de la República, Mauricio Funes, hasta en temas triviales, por más justificaciones que esgrima, pueden volverse un bumerán en sus estrategias políticas. Binomio Ejecutivo-partido, avanzado el periodo de gobierno, incrementará un inexorable desgaste. Promesas incumplidas, proyectos insustentables, nombramientos desacertados, incremento de la violencia, les pasarán factura. Se agotará el sonsonete de culpar de todo a regímenes pasados y tendrá que aceptar que ha llegado el momento de responsabilizarse de sus actos.
Los actores del ajedrez partidario han comenzado a mover sus piezas. El futuro puede estar lleno de sorpresas. No bastará el uso de la verborrea politiquera de siempre para ganar adeptos; será imprescindible que lo ofrecido tenga bases sustentables y pragmáticas.
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