EDH-Noticias para todos los gustos

Ricardo Chacón.08 de Mayo. Tomado de El Diario de Hoy.

En las dos últimas semanas el mundo ha vivido una camándula de noticias de gran impacto internacional: la boda real en Inglaterra, la beatificación de Juan Pablo II y la muerte de Osama Bin Laden. A nivel local se tuvo la resolución de la Sala de lo Constitucional sobre los partidos PDC y PCN, la deficiencia en la entrega de uniformes escolares, el pago de planillas a trabajadores de un puerto que no funciona y, por si fuera poco, la confirmación de parte del Presidente de la República sobre su viaje de placer a Orlando, Florida, en un avión privado proporcionado por un "amigo empresario que no tiene inversiones en el país".

Se trata de noticias de diversa índole, importancia y trascendencia, pero todas tienen en común al menos tres cuestiones que a veces es difícil explicar y comprender: uno, novedad, son cosas que no suelen ocurrir normalmente, que se producen de vez en cuando y, por lo tanto, llaman la atención.

A diferencia de lo que creen algunos, por ejemplo los apologistas del gobierno, no es noticia el trabajo que día a día desempeña un funcionario; esto es lo esperado y cotidiano, por lo menos así debería de ser. Lo realmente noticioso es lo raro, lo que no suele ocurrir de manera diaria como la beatificación de un hombre bueno, como lo es el Grande, Juan Pablo II.

Dos, las noticias son importantes y de trascendencia para las personas no sólo en lo material, como lo puede ser la carencia o el exceso de algo como la comida o el dinero, sino también de dimensión espiritual, y lo imaginario, que impacta por igual o más que lo meramente físico y material.

En este sentido, hace unos años fue noticia de impacto mundial la muerte trágica de la princesa Diana, como el fallecimiento sereno de la Madre Teresa de Calcuta. También ahora ha sido noticia de impacto mundial la boda de William y Catalina, aunque se trata de una realeza sumamente cuestionada, acusada de parasitismo y de llevar una vida más o menos licenciosa, pero que sin duda "dispara" el imaginario masivo de la vida de los reyes, príncipes y princesas.

Y, tres, las noticias son hechos que "deben ser conocidos por la población", no sólo por su relevancia aunque no necesariamente (hay cosas que interesan en sí mismas y al parecer no son importantes), pero que de alguna manera afectan y pueden interesar social o individualmente. En este sentido, la muerte de Bin Laden es una noticia de gran impacto mundial, no sólo por el "cómo" murió (en el marco de un operativo peliculesco), sino también porque se trata de un sujeto responsable de perpetrar actos de terrorismo.

Esta característica de la noticia tiene también la interesante dimensión del fiscalizador. En el caso de El Salvador la población debe conocer, debido a que se trata de sus impuestos, por qué el programa estrella de Educación y del gobierno, los uniformes y zapatos, no estén llegando a los niños de todas las escuelas con la celeridad que se prometió; incluso, el descalabro económico que padecen muchos pequeños y micro empresarios, que han invertido con sus propios medios o incurrido en deudas para producir los artículos, y el gobierno no les cancela las entregas de pedidos a tiempo.

Otro ejemplo tiene que ver con el viaje del Presidente de la República y su familia en un avión privado a Orlando, o la decisión de la Sala de lo Constitucional en torno a la vida institucional de los partidos PDC y el PCN, y el efecto de ello sobre los correligionarios de ambos.

En sí mismas las noticias no son más que eso, la relación de acontecimientos de importancia y relevancia. La labor de los periodistas es construir de la manera más profesional esta información noticiosa, que surge de de los hechos, con el fin de permitir y facilitar a la población conocer, saber, juzgar y hasta actuar ante lo que ve, escucha o lee acerca de quienes, por ley de inexcusable cumplimiento, son sus servidores.

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