Norma Guevara de Ramirios.09 de Mayo.Tomado de Diario Co Latino.
La decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de extender el así llamado voto residencial a nueve departamentos, que cubren la región oriental y paracentral del país, es positivo, pero lo valioso de esta forma de votación radica en el conocimiento oportuno por parte de la ciudadanía de cuál será su centro de votación, cercano a su lugar de vivienda, y saber también con anticipación cuál será el área geográfica y la población que abarcará cada sector electoral.
Sin duda, los partidos políticos deben conocer esa sectorización, no un día después o un día antes de las elecciones, sino con la suficiente anticipación para ejercer su responsabilidad constitucional de vigilar la organización del padrón electoral correspondiente a cada sector.
Pero a seis meses de la convocatoria a elecciones, el análisis y planificación de cómo serán seccionados los municipios en sectores electorales ya existe, pero como “secreto de Estado”, sin que la ciudadanía ni los partidos tengamos la menor información. Se nos dirá que no está lista pero los partidos tenemos el derecho y el deber de vigilar los procesos electorales en su planificación y ejecución y no sólo enterarnos de los resultados. En este punto, es conveniente recordar que el dominio de la planificación y la labor administrativa del (TSE) sigue estando en funcionarios que, en su inmensa mayoría, obedecen mas al partido Arena que a los Magistrados. Por tanto, Arena está en dominio de lo que los demás desconocemos.
La interpretación auténtica al artículo del Código Electoral que establece las funciones del Presidente del Tribunal, pudo haber servido para que esos funcionarios estuvieran obligados a dar informes al Presidente en el mismo proceso de planificación y ejecución de los procesos, entre ellos, el de sectorización y elaboración de padrones sectoriales; por eso criticaron y presionaron tanto para que el referido decreto no fuera sancionado. La costumbre de mantener exigencias de transparencia y al mismo tiempo guardar información donde ellos dominan es la continuidad de los vicios del pasado que debieran ser corregidos sin vacilación ni demora.
Por eso solo los areneros conocen cuántos sectores electorales tendrá la ciudad de San Salvador o Santa Tecla o San Miguel o La Unión, para citar cuatro de los más de ciento ochenta municipios que abarcará el voto residencial. La relación del TSE con las alcaldías, con las escuelas, con las direcciones locales de todos los partidos que tengan organización en un municipio en que habrá voto residencial, debiera ser lo más natural del mundo, pero no están procediendo de esta manera. Todavía es tiempo de corregir el secretismo que rodea tan decisivo proceso.
En el futuro el voto residencial requerirá tener claridad de los límites territoriales de cada sector electoral y construir el padrón con el registro de quiénes efectivamente vivan en ese pedacito de territorio salvadoreño para que deje de tener importancia dónde sacó el Documento Único de Identidad. Por ahora, al construir los padrones con las direcciones que las personas tienen en su DUI, con el agravante que muchas direcciones estén mal reportadas, con los movimientos que la gente realiza, como es de sobra conocido cuando se trabaja el territorio, se vuelve urgente conocer y opinar sobre cómo se está construyendo este proceso electoral (o que ya está construido) y que no sólo pertenezca al equipo de directores del TSE afines a Arena.
Un municipio puede tener cuarenta, veinte, o quién sabe cuántos sectores ¿Quién lo decide? Formalmente el Organismo Colegiado, realmente los planificadores ¿Quiénes son? ¿Cómo se llaman?
A cada sector corresponderá un padrón de electores que según DUI viven en ese territorio definido como sector electoral ¿Quién define ese universo de personas? Formalmente el Tribunal, como ente colegiado, pero se sienten poderosos los que ya saben quienes están en cada sector, y como por acuerdo a la ley, en cada sector habrá un centro de votación, ya hay más de un regidor de alcaldía gobernada por arena que está seguro de saber dónde estarán las urnas, pero cuando el Magistrado Eugenio Chicas pregunte, por acuerdo de organismo colegiado, le responderán que hay dos o tres opciones de escuela para cada sector electoral.
Es bastante con no saber todavía, formalmente, cómo será la papeleta, cómo se votara, cómo se reportarán los votos y las preferencias desde cada Junta Receptora de Votos, y cómo finalmente el Tribunal convertirá los votos en escaños y a quién los asignara. Esta falta de certidumbre se origina por un desacuerdo entre la Asamblea Legislativa y el Presidente de la República, y habrá de encontrar respuesta cierta y pronta; pero mantener en secreto el proceso de sectorización requerido para el voto residencial, eso no está sujeto a controversias y debiera dejarse ver, sin dilación, por la gente y por los actores fundamentales de la competencia electoral, los partidos políticos.
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