09 de Mayo.Tomado de Diario Co Latino.
Ante el ascendente e indetenible incremento en los precios de los combustibles fósiles, que impacta a la economía hogareña de forma generalizada, el Presidente de la República anunció, a principios de la semana pasada, algunas medidas paliativas.
Seguramente, para algunos o muchos, las medidas son insuficientes, no obstante, debería permitirse que las mismas se concreten, y luego medir los impactos, para que el gobierno vaya haciendo los reajustes, tal como lo está haciendo con el gas propano y la energía eléctrica. Revisar el subsidio del agua, para aumentar a más beneficiarios, debería estar en la agenda de los responsables de hacer los estudios y las propuestas al señor Presidente.
Volviendo al tema de los paliativos, quizá el de mayor importancia sea el incremento al salario mínimo en el sector privado, que es del 8%, que por supuesto no cubre el costo de la canasta básica ampliada, que es de $369, solo la canasta básica simple, es decir, unos cuatro productos fundamentales a lo sumo. Es decir, la clase trabajadora tendrá que seguir socando el cincho.
En el sector público, el Presidente Funes incrementó a finales del año pasado el salario mínimo, que hoy es de $300 mensuales, subió un poco las pensiones y subió entre el 10 y 6 por ciento a los salarios hasta $600.00 y $1000.00, respectivamente.
Obviamente, en una situación de crisis, los incrementos salariales también hay que verlos en relación de los efectos que pueda ocasionar a la mediana y pequeña empresa. De ahí que, el incremento al salario mínimo debería tener como aliciente otras medidas, como por ejemplo, impedir que los comerciantes suban los precios a los que se tenían cuando se anuncio el incremento.
Que el gobierno evite, hasta donde sea posible, los acaparamientos, y el uso de intermediarios en los productos estratégicos o de primera necesidad.
Otras de las medidas paliativas que entrarán a corto o mediano plazo es la próxima eliminación del impuesto del Fondo de Estabilización y Fomento Económico (FEFE), con lo que el galón de gasolina rebajaría en $0.16 centavos. De igual forma, el gobierno estudia al implementación de la nueva fórmula de precios de referencia de los combustibles, por lo que los hidrocarburos reducirían su precio en aproximadamente $0.07.
Ambas medidas en los hidrocarburos, por supuesto, requieren que la Asamblea Legislativa apruebe el decreto de ley respectivo, y que las transnacionales agoten su actual inventario.
Seguramente, las dos medidas en los combustibles no bastarán, pero es, un principio y señal que este gobierno quiere responder de forma concreto para disminuir costos. Quizá el otro aspecto que Economía debe vigilar e investigar son las ganancias de las petroleras, que seguramente son tan excesivas como las que obtienen quienes lucran con las medicinas.
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