“Lograr crecimiento alto y abundante inversión requiere un liderazgo aglutinador para superar percepciones, prejuicios y obstáculos reales. Funes tiene la capacidad, hay una realidad más rica que la percepción esperando.”
Escrito por Rafael Castellanos.10 de Mayo.Tomado de La Prensa Gráfica.
rcastellanos@laprensa.com.sv
Cambiar de lánguido crecimiento y baja inversión a una economía pujante, y abundante inversión, requiere una reflexión serena y reconocimiento de la realidad, corrección de males atávicos superables, poner en la misma sintonía a la nación, encontrar el camino para unir a una sociedad separada insensatamente, identificar los obstáculos reales y los de percepción. Superando las percepciones, hay más probabilidades de superar los reales.
Poner a la nación en la misma página requiere un liderazgo aglutinador, unirla en los puntos de coincidencia, que son más que los de divergencia en lo que cuenta, abandonar prejuicios y la polarización del pasado, dejar de ver a los adversarios como enemigos, comprender que la pluralidad de pensamiento y enfoques no es mala, sino enriquecedora.
El presidente Funes es visto como líder centroamericano en el exterior y tiene la capacidad de serlo. Para dejar ese legado firme, es necesario enderezar la economía, dejar al país en ruta de recuperación vigorosa, fuerzas productivas y el sector público, alineados en una dinámica positiva para el crecimiento, establecida la confianza que atrae inversiones y genera empleos sostenidamente, aumento significativo de la carga fiscal, reducción de déficits y deuda pública. ¿Es posible? Por supuesto, hay condiciones, solo debe encontrar la manera de alinear a la nación y lograr armonía.
Funes tiene la capacidad de trascender a la praxis de juego de los políticos tradicionales, una de las causas estructurales más influyentes en nuestro estancamiento. Ayudar a erradicar las malas prácticas que criticó antes de ser presidente, empeoradas por el mercantilismo político dominante, que fue creciendo con los años, se incrementó exponencialmente en el gobierno anterior, afectando a todas las instituciones y órganos del estado.
Una reflexión serena, con la cabeza fría y paz en el análisis, debiera llevar con tranquilidad al punto de encuentro de la sociedad, a ver en consenso las respuestas a la poca confianza para invertir. Las causas se leen en las noticias de cualquier día. Ejemplos del momento:
Se postulan personajes para la Corte de Cuentas... vendedores ilegales se enfrascan en batalla campal con la UMO y el CAM por las calles de San Salvador... conflicto en la Corte Suprema de Justicia, se revelan actos de abuso, corrupción y nepotismo de magistrados... se descubren excesivas plazas y nepotismo en la Asamblea, muchas son fantasmas... partido que no compitió en elecciones tiene privilegios en Asamblea y en Juntas de Vigilancia Electoral... salen libres narcotraficantes y mareros... y como esas, las de cada día... el FMLN dice que corregirá el modelo neoliberal que el presidente no ha tocado...
La postura ideológica dura de altos dirigentes del FMLN es un obstáculo mayor. Su ideal para mejorar la vida de las mayorías ha sido logrado por gobiernos de izquierda que comprendieron que solo juntos se puede, construyeron alianzas confiables con empresarios y sindicatos y dejaron atrás sus prejuicios, Lula, Felipe González, etc. Este es un obstáculo importante, superable con pragmatismo y buena voluntad.
Debemos corregir el desorden institucional, la sensación de orden inexistente, el poco valor de leyes e instituciones, la partidocracia...
Un liderazgo positivo, con fuerte fibra moral, instando a poner los intereses del país por encima de los propios y presionando con el ejemplo, haría cambiar el ambiente y alinear a las fuerzas en el buen camino.
Corregir la ineficiencia institucional, inyectar parámetros de funcionamiento en metas y tiempos, corregir los obstáculos que detienen la inversión pública, caminar en seguridad sobre lo que abundamos en la última Palestra.
Honduras da envidia de la buena y rabia de que esta sociedad no haya podido articular un proyecto de nación. Estamos a tiempo, le quedan tres años, presidente, el secreto está en ver más allá del espejo, hay una realidad más rica que la percepción esperando como tierra fértil la semilla y la lluvia para producir abundantemente.
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