Las manifestaciones de “protesta” se han multiplicado como la peste. Con cualquier motivo, impunemente, interrumpen el tráfico en arterias principales casi a diario. Las causas por las que dicen manifestarse y la poca capacidad propia y económica de movilización y organización de los grupos manifestantes hace evidente que detrás hay un grupo bien organizado y financiado, con capacidad estratégica para paralizar buena parte del país rápidamente.
Escrito por Rafael Castellanos.Viernes 28 Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.
Esto es muy incómodo para el Gobierno. Causa malestar a la ciudadanía, pérdidas a la economía; muchos no llegan a sus trabajos, hay carga que se demora y mucho combustible se consume esperando o caminando lentamente. Pero mucho más importante es que la percepción de caos y falta de orden baja la moral ciudadana. La Policía parece cuidar a los manifestantes que alteran el orden público, algo a lo estamos acostumbrados desde la guerra.
¿Quién está detrás de estas movilizaciones y qué pretende? ¿Quién quiere incomodar al Gobierno y por qué? Una hipótesis creíble es que es el mismo Frente o sectores de ellos, descontentos porque Funes desarrolla su propio estilo o no han conseguido lo que desean tener en el gobierno. Sustentan la hipótesis personajes que han acompañando manifestaciones; los carteles que portan; el apoyo de radios y blogs de izquierda y la experticia y organización con que se desarrollan, que son las que usaba el Frente y sus organizaciones afectas cuando eran oposición. Las preguntas claves: ¿Es presión con línea para ablandarlo? ¿Son grupos que se salen del guacal en una organización disciplinada y vertical? ¿De dónde salen los fondos?
Otra teoría fuerte, por el acompañamiento del diputado Arévalo, es que se suma el grupo que lo financió para tratar de fundar un movimiento y llevarse diputados del bloque de derecha —el mismo grupo que fue señalado de querer comprar diputados de ARENA para romper la suma del voto calificado de la derecha— y sumar al desorden e inestabilidad.
La Policía mantiene desde tiempos de la guerra la política de no poner orden, de no reprimir con la ley las manifestaciones pues se vuelve muy incómodo. Antes se decía era una mala práctica de ARENA, ahora la es del FMLN en el gobierno. La Policía no hace cumplir la ley.
No existe duda que la inteligencia de la PNC y el Organismo de Inteligencia del Estado saben o deberían saber qué pasa y quiénes están detrás. ¿Por qué no lo dicen públicamente para tranquilidad de la ciudadanía y orden en el país? Además, advertir a los sediciosos. ¿Se atreverán a hacerlo? Sino serán señalados como cómplices.
Seguramente los recientes viajes del presidente Funes, en que regresa viendo al sur de Lula y Bachelet con fondos y apoyo para hacer un gobierno de izquierda moderno, incomodan a muchos.
Aparte de manifestaciones y molestias, el tema de fondo es si el FMLN comprende que este es el gobierno de Funes, porque sin él no hubieran ganado, y si están dispuestos a dejarlo gobernar.
Creemos que la alta dirigencia así lo comprendió cuando lo escogió, y Funes igualmente. Probablemente ambos tuvieron falsas expectativas de que sería más fácil imponer su agenda al otro. Pero debe haber un esfuerzo serio y metódico por arreglarse; al país entero le conviene que Funes haga un buen gobierno, y es difícil con tantos flancos abiertos.
El presidente tiene pocos apoyos políticos propios, es diferente del partido, pero no puede gobernar sin su apoyo político y sus votos en la Asamblea. Debe dedicar buena parte de su presidencia a negociar con ellos, que sabemos no es fácil.
Debe seguir cultivando los apoyos externos internacionales, de la sociedad civil y la oposición política, cabalgar en su popularidad y aprobación popular para tener el apalancamiento necesario para negociar con mayor fuerza con el FMLN, y así cultivar su apoyo para hacer una buena gestión presidencial.
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