La crítica de izquierda, para ser tal, no solo debe alcanzar las imágenes de los otros sino también los espejos donde se ve a sí misma reflejada.
Escrito por Roberto Rubio-Fabián. Lunes 24 Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.
El eslogan “Otro mundo es posible” es hoy en día uno de los más utilizados dentro del mundo de las izquierdas. Al menos dentro de cierta izquierda. Es tiempo que también aparezca en su seno otro eslogan de la misma familia: “Otra izquierda es posible”.
Así como el eslogan del “Otro mundo es posible” porta crítica y rebeldía ante lo establecido, así lo pretende el eslogan de la “Otra izquierda es posible”. Solo que en este caso la mira de la crítica y la irreverencia no apunta solamente hacia fuera de la izquierda (el sistema capitalista) sino también hacia dentro de sí misma. La crítica de izquierda, para ser tal, no solo debe alcanzar las imágenes de los otros sino también los espejos donde se ve a sí misma reflejada.
¿Qué es ser de izquierda hoy en día? ¿El lenguaje y los conceptos clásicos o predominantes que suelen definir ser de izquierda son ahora suficientes o pertinentes para dar cuenta de este complejo mundo globalizado? ¿Los pensamientos y/o experiencias de izquierda que conocemos son verdaderamente de izquierda? ¿Podemos calificar al autodenominado Socialismo del Siglo XXI como de izquierda? ¿La llamada izquierda está a tono con los signos de los tiempos? ¿Cuál debe ser la agenda y el imaginario de las izquierdas hoy en día?
No cabe duda que son interrogantes de complicada y difícil respuesta. Ciertamente no somos tan pretensiosos para creer tenerla. Simplemente queremos dar un modesto aporte a ello, y contribuir con esta serie de artículos al necesario y urgente debate sobre el pensamiento de las izquierdas del siglo XXI.
Ante todo hay que comenzar preguntándose ¿qué es ser de izquierda en este planeta globalizado, en este mundo de la nanotecnología, de la robótica, de la bioinformática, de la física cuántica, de la internacionalización del crimen organizado, de la narcoactividad, y del cambio climático?
¿Puede el concepto marxista de la plusvalía explicar el complejo valor de cambio de las finanzas globales y de las crisis financieras internacionales? ¿Se podrá vaciar el vasto y diverso océano cultural, socioeconómico y político que caracteriza estos momentos históricos en los estrechos, mecánicos y lineales recipientes del materialismo histórico?
Todavía se escuchan voces de cierta izquierda interpretando el conflicto social bajo los enfoques de la lucha de clases. Ahora bien, ¿la conflictividad social actual se puede entender desde el limitado y economicista enfoque de clases, cuando las sociedades modernas ya no están solo conformadas por clases vinculadas a medios de producción, sino por grupos económicos, sociales y políticos de interés, por movimientos sociales no ligados a los procesos productivos, por segmentos sociales diversos y diversificados, por maras y carteles de droga, por sociedades multiculturales, por variados segmentos sociorreligiosos? ¿Puede el limitado concepto de lucha de clases incorporar las luchas del movimiento de mujeres, ambientalistas, consumidores, ONG de desarrollo, asociaciones locales o regionales de desarrollo, organizaciones religiosas, etcétera?
Los conceptos y planteamientos del marxismo y del leninismo, fuente de inspiración principal de la izquierda predominante, elaborados hace más de 150 años, a pesar de sus aportes, sobre todo en el campo del funcionamiento y crítica del capitalismo, se vuelven actualmente totalmente insuficientes para interpretar el complejo mundo que nos rodea. La necesaria transformación social, definitivamente ya no pasa por la simple contradicción entre proletarios y burgueses, sino por una compleja y conflictiva red social de grupos de interés socioeconómico y político, por la lucha en contra del cambio climático y los derechos de las mujeres, por los conflictos locales o regionales en torno al agua, por la defensa barrial de los consumidores de servicios públicos o privados, por las disputas religiosas, etcétera.
Ser de izquierda hoy en día es estar abierto a nuevos conceptos y enfoques, que den mejor cuenta de la heterogeneidad y complejidad de las sociedades actuales. Es posible, y sobre todo necesaria, una izquierda atrevida y provocativa, que cuestione y supere sus propios cimientos históricos.
Una izquierda nostálgica, parapléjica y anclada al pasado, sin capacidad de actualización, es una izquierda ejercitada en el pretérito pluscuamperfecto. La izquierda de hoy en día debe ser liberal, democrática y abierta al futuro, armada de espíritu crítico hacia su propio pasado, sin temor a lo desconocido, rebelde a su propio paradigma y un asiduo explorador del nuevo. Otra izquierda posible debe tener claro que muchos de sus pilares fundacionales ya no son ni pueden dar cuenta de este cibernético mundo, y que la transformación de este no podrá verdaderamente surgir de la no-transformación de sus propios y tradicionales fundamentos históricos.
La pregunta habria que formularla asi: Que es ser de izquierda en Latinoamerica hoy en dia?. Los diversos temas que menciona como argumento de lo corto que al marxismo clasico queda despues de la globalizacion, problema climatico,etc son temas actuales y de vanguardia en los paises desarrollados. Alli los problemas ya no son de grupos economicos de elite que matan a quien difiere en pensamiento. Son naciones en donde la discusion de clases ya dejo de ser desde hace varios años. Pero en nuestro pais en donde todavia las elites solucionan problemas democraticos con golpes de estado, asesinan maricas y opositores etc etc el marxismo y la angulo de analisis de la lucha de clases ofrece todavia una herramienta poderosa para entender la dinamica de nuestras sociedades. De que manera vamos a interpretar el problema del clima si no tenemos para comer mañana? Esos problemas para lso que el marxismo segun ud queda corto no son tan urgentes para nosotros como par alos del primer mundo. Para nosotros todavia es un problema esencial el enriquecimiento de unos pocos sobre el sufrimiento de las mayorias.
ResponderEliminarLa izquierda de este país es otro producto más del sucio mercado electorero. Las cupulas de la izquerda de El salvador estan al mismo nivel que los burgueses; viajan con chófer y guardaespaldas, poseen carros de lujo, visten trajes caros, viven en casas ostentosas y tienen hasta rancho en la playa.
ResponderEliminar