Cuba espera voto salvadoreño en Naciones Unidas

La Habana confía en que El Salvador votará en contra del bloqueo económico a la isla. Si es así, y se repite el patrón de votos, solo Estados Unidos, Israel e Islas Marshall votarían en contra.

Escrito por Héctor Silva Ávalos. Domingo 23 Agosto. Tomado de La Prensa  Grafica.

Cuba contará, en la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, con el último voto latinoamericano que le faltaba para lograr el apoyo unánime de la región a la resolución que condena el bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos a la isla. Cuba contará, por primera vez desde que el organismo multilateral conoce sobre este asunto, con el voto de El Salvador.
Es, dice un funcionario de la cancillería cubana, uno de los primeros resultados del reciente acercamiento político entre La Habana y San Salvador, procurado tras la toma de posesión del presidente Mauricio Funes.

“Sabemos que El Salvador apoyará la solicitud cubana de levantamiento del embargo, lo hará por primera vez”, asegura una fuente cubana de Exteriores consultada en La Habana. En San Salvador, una fuente de la cancillería asegura que la decisión ya está tomada: en octubre próximo, durante las sesiones de la 64.ª Asamblea Ordinaria de Naciones Unidas, la representación salvadoreña votará a favor de levantar el bloqueo promovido por Estados Unidos desde 1962 y endurecido en 1996 por el congreso de aquel país a través de llamada ley Helms-Burton.

Con este voto, Cuba completa una de las facetas de la gestión diplomática que inició en 1972 para recuperar las relaciones diplomáticas rotas con todos los países de América Latina –con la excepción de México– tras una resolución dictada en 1962 por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Rogelio Sierra Díaz, director de la cancillería cubana para América Latina, asegura en exclusiva desde La Habana que el restablecimiento de relaciones diplomáticas de su país con El Salvador era de vital importancia porque permitía a su gobierno retomar los nexos formales con todos los países de la región: para 2009 solo Costa Rica y El Salvador no habían retomado el vínculo diplomático con la isla (ver entrevista aparte).

“Lo que significa para Cuba restablecer relaciones diplomáticas con El Salvador (es que) ahora el único país que queda aislado es Estados Unidos”, dice Sierra.

El diplomático cree que, ahora, con El Salvador en la lista de países que tienen relaciones plenas con La Habana, “se liquida la tesis” de que Cuba está aislada de la región latinoamericana.

Ya antes, Sierra, en un discurso a propósito de la importancia de América Latina, dejaba claro que la región marca el norte de las relaciones exteriores cubanas y lamentaba la lejanía con San Salvador y San José.

“Es el área prioritaria y natural de la política exterior cubana. Este escenario ha sido el área de influencia de Estados Unidos, que para ninguno de nosotros es un secreto, representa el antagonista por excelencia de Cuba”, dijo el diplomático.

Antecedentes
El voto favorable de El Salvador contra el embargo cerrará un proceso de gestiones diplomáticas cubanas que inició, a cuentagotas, con las gestiones de ARENA en El Salvador y culminó con la llegada al poder del FMLN, aliado tradicional de la isla.

Ya las administraciones de Francisco Flores y Antonio Saca habían instruido a sus misiones permanentes ante Naciones Unidas a no votar en contra de las resoluciones favorables a Cuba, pero no llegaron, nunca, a dar el voto a favor.

Durante todas las asambleas generales que correspondieron a la gestión Saca (2004-2008), la delegación salvadoreña se levantó de sus sillas en el momento en que se realizaba la votación sobre la resolución “Necesidad de terminar el embargo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”. Así lo hizo El Salvador, también, el 29 de octubre de 2008 en la 33.ª sesión plenaria de la 63.ª Asamblea General, según consta en el documento A/res/63/7.

Este gesto –levantarse en lugar de abstenerse o votar en contra– significa, según diplomáticos consultados, que el país no quier comprometerse en ninguna vía, ni con La Habana ni con Washington en este caso.

El Salvador adoptó esta postura en los años de la gestión Flores: se levantó de la sesión en 1999, 2001, 2002 y 2003. En 2000, el país se abstuvo, un gesto menos cordial hacia Cuba en lenguaje diplomático.

En la gestión de Calderón Sol: cuatro abstenciones y un no voto. Cristiani: una abstención y un no voto desde que este tipo de resolución fue introducida al pleno en 1992.

Gestos más abiertos de apoyo llegaron de las gestiones areneras de parte de los cancilleres salvadoreños María Eugenia Brizuela –quien incluso intentó mediar entre Flores y Castro tras la disputa entre ambos en la cumbre panameña de 2000 a propósito del terrorista Luis Posada Carriles– y Francisco Laínez, quien en 2005 apoyó la resolución de la Cumbre Iberoamericana que condenaba la ley Helms-Burton, uno de los pilares jurídicos del embargo. En esa ocasión, supo LA PRENSA GRÁFICA, la decisión costó al ex ministro reproches de los sectores más radicales de su partido.

Ahora, con la izquierda en el poder y tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas el mismo día de la toma de posesión de Funes, El Salvador votará por primera vez a favor, como lo hicieron el año pasado 185 países.