Los periodistas le cuentan a la gente lo que los gobernantes piensan y quieren hacer, y la gente a su vez, reacciona contando sus experiencias y aportando ideas
Editorial. Jueves 20 de Agosto. Tomado de El Diario de Hoy.
Sócrates decía ser el tábano, el moscardón de los atenienses; al recorrer los mercados y las calles de la ciudad preguntaba de manera incesante hasta que sus interlocutores llegaran por sí mismos a la verdad. El permanente cuestionar, debatir, plantear alternativas y adentrarse en nuevos senderos fue el gran descubrimiento de los sofistas y la gloria de la filosofía helénica, el fundamento de la Civilización Occidental y de nuestras libertades, jurisprudencia y democracia.
Los periodistas somos los moscardones de los tiempos modernos, los que hacemos de la pregunta, del cuestionamiento y de la disección de lo que otros plantean y proponen, la herramienta para ilustrar a nuestros públicos y contribuir a mejorar los rumbos de una nación. Que se nos perdone, pues, hacer el papel de interrogadores, aunque no de inquisidores, y hacerlo en nombre y para beneficio de nuestros lectores y nuestras audiencias.
Es lamentable el incidente ocurrido en Catedral, cuando agentes de la UMO cerraron a empujones el acceso de los periodistas al Presidente Funes. Los periodistas se acercaban por las serias dificultades de obtener información sobre lo que el gobierno, o los grupos que constituyen gobierno, piensan, planifican y hacen. Pero la democracia impone a los gobernantes la permanente obligación de rendir cuentas, informar, discutir de cara a los ciudadanos, defender sus posturas y políticas.
Nadie es dueño de la verdad, aunque sus conocimientos, trayectoria y capacidad para discernir, le concedan autoridad, cosa que por lo general se reconoce a los jefes de Estado, aunque no necesariamente a sus colaboradores y ministros. Callar, rehusar debatir, censurar, escabullirse y en general arreglárselas para no decir nada, es incompatible con la democracia y las libertades de la gente; resulta triste, pero esa es la usual postura de actuales funcionarios.
Lo que sucede no es para estar tranquilos
Si lo que lleva a cabo un gobierno sólo afectara a su partido, a mucha gente le importaría poco saber lo que piensa. Pero cada medida, lo que se hace o deja de hacer, lo que se proyecta ejecutar, incide en la calidad de vida, los derechos, las libertades y el futuro de la gente y su país. Lo que tenemos costó muchísimo levantar, pues además de construir, los salvadoreños hemos tenido en gran medida que reconstruir. Cada obra, empresa, puesto de trabajo, vivienda es resultado, en una abrumadora mayoría de casos, del esfuerzo y sacrificio de personas, familias y grupos. En una economía libre lo que se logra no cae del cielo ni se arrebata a otros; más bien los logros de unos benefician a la generalidad.
Los periodistas, señor Presidente y señores funcionarios, somos los moscardones pero lo somos en nombre y para provecho del país. Al encerrarse un gobierno deja de recibir importantes insumos y criterios. Los periodistas le cuentan a la gente lo que los gobernantes piensan y quieren hacer, y la gente a su vez, reacciona contando sus experiencias y aportando ideas. En menos de tres meses ya se han hecho muchos señalamientos sobre los primeros actos del gobierno, comenzando por la súbita y brutal remoción de empleados y funcionarios públicos con muchos años de experiencia, para dar sus plazas a quienes no se les descubren ni méritos especiales ni conocimientos notorios.
La causa de ese silencio, de los despidos a rajatabla y lo que podemos esperar, es lo que quisiéramos saber de labios del mandatario.
Hasta para preguntar e informar hay que tener maneras y formas. El jefe de estado tiene que dar informacion en la medida que el lo defina. Si no la da pues el o ella pierde pues los gobernados no pueden discernir que es lo que hace y cuanto hace. A pesar de eso no son los periodistas los que definen cuando y como se va a dar la informacion. El estadista no esta en funcion de los periodistas sino del estado, del pueblo junto con sus instituciones y leyes. Asi que el que Funes quiera definir cuando y como no es el gran problema que uds quieren hacer. Problema es que uds no informaron de los gastos que Saca hizo permanente en propaganda. No lo preguntaron y mucho menos investigaron acerca de esa cifra que el maldoso ese nunca hizo publica. Por que no lo hicieron? no es eso lo que uds mismos definen comosu principal papel? Hace muchos años pudieron haberle hecho creer al pueblo todas estas sus mentiras. Ahora ya no. Ahora ni uds mismos se creen esa manera torpe y corta de razonar y sino me creen vean los resultados de la encuesta de apoyo a Funes. Los veo bien chiquitos....atras ...muy atras....
ResponderEliminar