Escrito por Eduardo Torres. Viernes 14 de Agosto.Tomado de El Diario de Hoy.
En su campaña de reelección presidencial, Hugo Chávez, en diciembre de 2006 y citando al teórico italiano Antonio Gramsci -–quien tan influenciado fue en su pensamiento por Maquiavelo, Marx y Lenín--, dijo que la Iglesia, las escuelas y los medios de comunicación eran las instituciones que expandían el "virus del capitalismo", según reportó en su momento la revista británica "The Economist". Bajo esta óptica, en cuanto pudo pasó del dicho al hecho: cerró meses después RCTV y en los últimos 30 días ha cerrado decenas de radios; la emprendió hace años contra altas autoridades eclesiales, entre ellas quien en vida fuera el respetadísimo cardenal Rosalío Castillo Lara, colaborador del Papa Juan Pablo II en El Vaticano.
Sólo en lo que va de este año la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el chavismo, ha desdentado el poder de funcionarios opositores electos como el alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledesma, a quien le sustituyeron con una afecta a Chávez para dirigir Caracas; allanó el camino para una oleada de nacionalizaciones y proveyó autoridad a funcionarios electorales para modificar circuitos comiciales, teniendo al oficialismo como posible beneficiario para las legislativas de 2010. En broma y en serio dijo el opositor Luis Ignacio Planas, del COPEI, que "la persona más importante en la Asamblea es el mensajero que trae las ordenes del comandante", en alusión a la relación tan estrecha que mantiene Chávez con su mentor Fidel Castro.
El turno es de la educación tras la aprobación anteayer de la Ley Orgánica de Educación, que según cuestionamientos de la oposición se basa en la doctrina bolivariana para brindar el mismo estilo de educación que se recibe en Cuba. Se le cuestiona a la ley aprobada, entre otros, que reserve la formación de docentes al Estado, omitiendo la regulación de sus derechos laborales y quitando la potestad de las universidades privadas para seleccionar a sus alumnos; el no establecimiento de sueldos subsidiados para maestros de escuelas privadas que trabajen en comunidades pobres como las de la organización católica "Fe y Alegría". Se le cuestiona también a la nueva ley, la exclusión de la educación religiosa.
Uno de los artículos de mayor polémica es el 50, apartado 12, en el cual se establece que "quienes dirijan medios de comunicación social están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la Constitución y en la presente ley"; luego contiene una serie de prohibiciones y, ante violaciones a las normas, estipula que "los órganos rectores en materia de educación solicitarán a la autoridad correspondiente la suspensión inmediata de las actividades o publicaciones de que se trate, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones contenidas en el ordenamiento jurídico venezolano".
Por ideologizante rechazaron también sus críticos el artículo referente a que "el estado docente es la expresión rectora del Estado venezolano en la educación, en cumplimiento de su función indeclinable y de máximo interés". En desacato se declararon ayer varias organizaciones venezolanas, en este espinoso tema que en el pasado echó marcha atrás Chávez al medir la reacción de sus conciudadanos. No creo que sea así esta vez, ojalá me equivoque, pues le ha venido metiendo el acelerador a su proyecto chavista, lo cual pasa por atacar las instituciones que, a su juicio, propagan el virus del capitalismo: Iglesia, escuelas y medios de comunicación. Reserva moral de la sociedad.
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