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2009/08/19

Volver a empezar...

El mayor problema educativo de Latinoamérica no está en la escuela, sino en la visión cortoplacista o microplacista de las políticas educativas, que no son de Estado, sino de Gobierno (Medina V., J, 2000, CEPAL); cada cinco años volvemos a empezar; y en educación, los cambios, reformas o transformaciones impactan a largo plazo, lo que hacemos hoy en materia pedagógica, didáctica o curricular aparece en la siguiente generación.

Escrito por Óscar Picardo Joao. Miércoles 19 Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.

De mil maneras se ha recomendado la elaboración de planes de largo plazo consensuados; en nuestra historia educativa contemporánea hemos contado con dos experiencias: el Plan decenal 1995-2005 (que contó con reajustes importantes en el año 2000 y posiblemente no culminó como se había planificado) y el Plan Nacional de Educación 2021 (el cual prácticamente va en camino de desaparecer); ambos planes contaron con un proceso de consulta y con comisiones presidenciales plurales que fundamentaron los ejes de sus políticas.

El Plan decenal 1995-2005 tenía cuatro ejes genéricos: cobertura, calidad, modernización y valores; el Plan 2021, cuatro objetivos focales: formación integral de personas, once grados de escolaridad, desarrollo de la ciencia y la tecnología para el bienestar de la sociedad y formación técnica y tecnológica de alto nivel. Es posible que ambos planes, en su devenir, no hayan llegado al aula en plenitud, pero esto no tiene que ver con los planes mismos sino con sus estrategias de operación y con el tiempo requerido; entonces: ¿vale la pena descartar este plan y volver a empezar?

Las nuevas autoridades educativas, enarbolando el cambio, están revisando toda la arquitectura organizacional y programática del MINED; y ya tienen una carta de navegación la cual, más o menos, incluye: 1.- Replanteamiento curricular. 2.- Nueva ingeniería del MINED. 3.- Nuevas apuestas programáticas centradas en el magisterio y la escuela.

En un evento educativo organizado por IDIE-OEI el nuevo viceministro de Educación repitió en varias oportunidades que el Plan 2021 no lo descartaban, pero que no era una prioridad para esta gestión, la cual tenía otro centro de gravedad; a buen entendedor, pocas palabras, esto supondrá que el tal Plan Nacional de Educación 2021 quedará como muchas otras experiencias de políticas y programas guardado en el gabinete, y por ende todo lo invertido –mal o bien– también pasa a ser historia oculta.

Al margen de los estilos de gobiernos y de la necesidad de cambios estructurales para mejorar la educación desde el aula, no termino de entender por qué no llegamos al mínimo consenso de madurez en política educativa para poder respetar al menos estas cuatro ideas de futuro: formación integral de personas, once grados de escolaridad, desarrollo de la ciencia y la tecnología para el bienestar de la sociedad y formación técnica y tecnológica de alto nivel. Y me pregunto: ¿Ni siquiera estamos de acuerdo que estas cuatro metas son necesarias o posibles?; no sé si estas deben ser las metas, pero de una vez por todas debemos ponernos de acuerdo en un target estratégico que sea respetado llegue quien llegue al MINED.

Una cosa es la direccionalidad –desde dónde– (la operación, el estilo, los énfasis, etcétera), pero otra cosa es el horizonte de las políticas educativas, los acuerdos hacia dónde pretendemos ir; y lamentablemente no tenemos una visión de país, un acuerdo mínimo –al menos entre derechas e izquierdas– del futuro educativo de nuestros niños y jóvenes (incluso hablamos de lo mismo con otro orden).

Pues nada, volveremos a empezar, con la típica pretensión de “dejar huella ministerial”. Se tiene que notar que hay un nuevo equipo y esto supone impulsar nuevas políticas; ojalá me equivoque, pero en cinco años más –gane el FMLN o ARENA– otra vez, con un nuevo equipo volveremos a empezar...

1 comentario:

  1. Eso asi es. Es una debilidad del sistema electoral y una desventaja que la democracia conlleva en todos lados. Pero hay qeu ser maduros y si el objetivo final es el pueblo que tanto ha sufrido, habran maneras de rescatar lo positivo de lo que ya esta en camino asi como tambien habra entusiasmo y creatividad para implementar lo nuevo. Solo por no comenzar de nuevo no vamos a dejar de implementar mejores ideas.

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