La apuesta estratégica por el agro es vital

En esa línea, el compromiso explícito del Presidente Funes de revitalizar el agro es una expresión de realismo a la que hay que darle el debido acompañamiento y el conveniente seguimiento.

Escrito por Editorial. Viernes, 14 Agosto. Tomado de La Prensa Grafica.

Desde la Administración anterior, el interés por la agricultura en sus distintas áreas tomó impulso, luego de un largo período en que irresponsablemente se fue dejando de lado esta zona crítica de la producción nacional, que tiene tantas implicaciones en el desarrollo. Hay que tener siempre presente que lo agrícola no es simplemente económico, sino fundamentalmente social. El desarrollo humano generalizado no es posible sin que el agro se reactive de veras, conforme a las posibilidades, oportunidades y desafíos del presente.

En esa línea, el compromiso explícito del Presidente Funes de revitalizar el agro es una expresión de realismo a la que hay que darle el debido acompañamiento y el conveniente seguimiento. Porque reactivar el agro es bastante más que tomar medidas específicas, por positivas que éstas puedan ser. Se anuncia, por parte del MAG, la constitución, dentro de los próximos días, de un Consejo Nacional Agropecuario, que ojalá se configure y se viabilice no como un conglomerado de opiniones sino como un ejercicio de consultas y de propuestas que integren lo estratégico, lo técnico y lo factible dadas nuestras condiciones. Como en todo esfuerzo de territorialización que quiera llegar a resultados, y lo agrícola es eminentemente territorial, hay que hacer interactuar las realidades del hacer diario en el campo con la creatividad modernizadora.

En los distintos temas agrarios habría que superar los esquemas agotados y pasar a una dinámica empresarial nueva, en todos los niveles. El MAG debe ser el gran impulsor y motivador, en armonía con el sector privado, con los grupos organizados y con las comunidades.

ATACAR LOS NÚCLEOS DE LA POBREZA

Según datos oficiales de estos días, la tasa de pobreza alcanzó en 2008 un 40% a escala nacional, el porcentaje más alto de los 9 años más recientes. Muchos factores inciden en estas cifras, y falta por ver lo que será 2009 y los años posteriores inmediatos, bajo los efectos directos de la crisis que nos azota. Como el impacto de la ola crítica nos llega en forma progresiva, de igual forma se van dando los efectos de la recuperación, cuando empieza a producirse. Lo que debe reconocerse de antemano es que atravesamos un período muy difícil, y que habrá que “echar el resto” para salir lo menos dañados que sea posible de esta prueba de recorrido, que tiene la característica novedosa de ser global.

Como se sabe y se percibe, la pobreza rural es un tema realmente crítico. Para enfrentarla como se debe y se merece, hay que desplegar estrategias certeras y eficaces en ámbitos como el desarrollo local y el desarrollo territorial, olvidados desde siempre. Precisamente el tratamiento discriminatorio del desarrollo es uno de los lastres más pesados de la modernización.

En todos los ámbitos hay que hacer siempre esfuerzos consistentes, porque si en alguno llega a imperar el descuido –y en lo agrícola es lo que ocurrió durante buen tiempo– después el costo de la activación se multiplica. Y es que hay realidades que no se pueden manejar sólo a base de estudios técnicos o de opiniones diz que especializadas. Hay realidades que son parte de la vida, y así hay que administrarlas.