EDH-Editorial-Con toda la fuerza se toman las favelas

 Una cosa es respetar los derechos de todo ciudadano y otra tolerar las depredaciones de grupos que creen estar por encima de la ley, que actúan como poseedores de licencias para matar

30 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.

 

a policía de Río de Janeiro fuertemente armada y con helicópteros y carros de combate, ha tomado control de la favela de Alemao, guarida de narcotraficantes, extorsionistas, ladrones y asesinos. El operativo, a diferencia de lo que sucede en otras partes, tomó por sorpresa a los delincuentes, que hicieron resistencia en una área aledaña para luego buscar refugio en Alemao, desde donde disparan a la policía.

La autoridad cercó el lugar y con helicópteros vigila para que los facinerosos no escapen, asimismo ha emprendido una búsqueda, casa por casa, de criminales, estupefacientes, explosivos, objetos robados, armas y documentos.

Los malhechores resisten a las autoridades, pero la mayoría de las familias que vive allí considera la operación como un escape, ser liberada de sus verdugos. Durante años esta pobre gente ha sido victimizada por las depredaciones, abusos, chantajes, robos, violaciones y el virtual secuestro en el que viven, sufriendo inclusive que muchos de sus hijos e hijas sean reclutados por las bandas.

Brasil, como toda democracia, se ciñe al orden legal, cumple con las garantías que se les reconocen hasta a los peores criminales. Pero una cosa es respetar los derechos de todo ciudadano y otra tolerar las depredaciones de grupos que creen estar por encima de la ley, que actúan como poseedores de licencias para matar y se han envilecido más allá de cualquier intento por rehabilitarlos.

El sicópata, el asesino serial, el violador y el pederasta son como las fieras que mantienen aterrorizados pueblos y campiñas; no se puede domesticar a una hiena con rabia o a grupos de sicópatas.

La favela de Alemano posee áreas boscosas, barrancas y lugares donde los criminales se esconden, por lo que el operativo irá sistemáticamente pelando de árboles y sobre todo de malezas el lugar, además de cortarles parte de los accesos a la ciudad.

Sin jueces antimafia no se va muy lejos

Los criminales construyen sus guaridas dotándolas de redes de túneles, laberintos, pasajes, y veredas por donde se mueven y las que sólo con dificultad se conocen en toda su complejidad y extensión.

Cuando hace tres años José Mario Belloso fue capturado por asesinar a dos agentes de la UMO frente a la Universidad de El Salvador, por donde en aquel momento escapó, explicó a las autoridades la manera cómo se valía de las redes de cloacas para desplazarse, sobre todo para acceder a las instalaciones de la UES. El mundo subterráneo de esos desagües urbanos se expuso en la cinta clásica, "El Tercer Hombre", de Orson Welles, rodada en Viena, como también en algunas novelas de detectives cuyo escenario es París.

El operativo en Río tuvo lugar después de los ataques a sedes policiales perpetrados por las mafias de las favelas. Al igual que en Ciudad Juárez al norte de México, los delincuentes perpetran las más espantosas matanzas, incluyendo policías, ediles, periodistas y jueces, mientras que la civilidad tiene literalmente que defenderse con una mano atada. Eso mismo sucede en Italia, primero con la organización terrorista Brigadas Rojas, luego con las diferentes mafias que se han venido entronizando en la región de la Campania, Nápoles, la Puglia que es la más peligrosa, y la Siciliana. Todo iba lento, sin mayor fuerza, hasta que se establecieron los juzgados antipandillas y se legisló para fortalecer la lucha contra el crimen.

Como ahora, en Brasil.

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