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2010/11/29

EDH-¡Déjame dormir, mamá!

 Evangelina del Pilar de Sol.29 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.

"Hijo mío, por favor, levántate y desayuna, -Déjame dormir mamá que no hace falta ninguna. >Hijo mío, por favor, que España entera se afana, -¡Que no!, que no me levanto porque no me da la gana. >Hijo mío, por favor, que el sol está ya en lo alto, -Déjame dormir mamá, no pasa nada si falto. >Hijo mío, por favor, van a llamarte haragán, -Déjame mamá, que nunca, me ha importado el que dirán. >Hijo mío por favor, y si tu jefe se enfada, –Que no mamá, que no va a pasar nada. >Hijo mío por favor que ya has dormido en exceso….-Déjame mamá que soy diputado del Congreso, y si falto a las sesiones ni se advierte ni se nota.

"Solamente necesito acudir cuando se vota, que los diputados somos ovejitas de un rebaño, para votar lo que digan y dormir en el escaño. En serio mamita mía, yo no sé por qué te inquietas si aún sin ser gran parlante cobro mi sueldo y mis dietas. Lo único que preciso de verdad mamá no insistas, es conseguir otra vez que me pongan en las listas. Hacer la pelota al líder, ser sumiso, ser amable y aplaudirle por supuesto, cuando en la tribuna hable. Y es que ser parlamentario fatiga mucho y amuerma, por eso estoy tan molido. ¡Déjame mamá que duerma! >Bueno, te dejo hijo mío. Perdóname, lo lamento ¡Yo no sabía el estrés que produce el Parlamento!". Autor: Fray Junípero (1713-1784), sacerdote franciscano español.

Es notable que -aunque por supuesto con las usuales excepciones a toda regla-, generalmente nuestros diputados en Latinoamérica sufren aún del mismo mal. ¿Herencia de nuestra madre… patria?

En la sesión plenaria del 18 de noviembre en la Asamblea, un ingenioso fotógrafo captó a muchos diputados corroborando este poema, cuando se discutía uno de los temas más importantes del año (sino el más importante), por el efecto inexorable que tendría para los salvadoreños la aprobación o no del presupuesto para 2011, que según criterios de renombrados economistas afectará a todas las familias, debido al consecuente encarecimiento de la vida por los nuevos planes económicos para hacerle frente. Esas fotografías del fotógrafo, circulando por la Web, comprueban la poca importancia que da la mayoría de diputados hacia los intereses del pueblo que "disque" representan.

En una, uno estaba entretenido en su computadora viendo Facebook. Otro leía mensajes en su móvil. Otro leía un periódico con titular: "Testigo liga a ex-diputado". Otro veía un periódico digital. Muchos estaban fuera de sus escritorios platicando. En otra, la mesa directiva está casi vacía. Igualmente sucedía con los invitados y algunos comunicadores que charlaban animadamente.

Parece que alguno comentó: "Si esto ya estaba cocinado".

¡Tristeza de políticos!

Pero eso sí, cuando hay uno verdaderamente bueno, tratan de destruirlo o marginarlo.

Esto sucede con Norman Quijano, de los pocos políticos que hace su trabajo –edilicio- a cabalidad, dándole una nueva imagen a nuestra capital, que como en todo país civilizado debería ser orgullo para la totalidad de nuestros ciudadanos.

Al ordenar y limpiar la ciudad, consecuentemente está erradicando la porquería producida por los vendedores callejeros, que contribuía a la proliferación de ratas, portadoras de la leptospirosis, actualmente causando gran mortalidad poblacional en otros países.

El día de la inauguración de renovación de la plaza del Salvador del Mundo, vimos al alcalde siendo entrevistado allí por Ernesto López, Canal 21, exponiendo que para mantener la imagen que él está dando a la capital, (realmente esplendorosa), precisaba de muchos trabajadores, señalando algunos que limpiaban promontorios de basura que habían tirado desde un pick-up, la medianoche anterior. Comentó que pocos días antes, otro pick-up, portando el logo de una alcaldía vecina, hizo igual.

Esta aberración por destruir un beneficioso aporte como este lugar para esparcimiento ciudadano y familiar, anteponiendo intereses partidarios eleccionarios a intereses del conglomerado, es nefasto para nuestro progreso salvadoreño.

elsalvador.com :.: ¡Déjame dormir, mamá!

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