La mercadería decomisada a los comerciantes informales desalojados de la calle Arce les fue entregada sin ningún inconveniente.
Escrito por Jessel Santos/Ricardo Flores.27 de Noviembre.Tomado de La Prensa Gráfica.
“Vamos a volver mañana (hoy) a ubicarnos en el mismo lugar para poder vender porque tenemos necesidad y hambre.”
Laura, vendedora“La zona está totalmente recuperada y nunca más, mientras este servidor sea alcalde, volverá a ser ocupada.”
Norman Quijano, alcalde de San Salvador
Luego de los disturbios entre vendedores y miembros del Cuerpo de Agentes Metropolitanos de San Salvador (CAM) el jueves en la noche, la comuna capitalina participó en el desalojo de 201 negocios, como parte del ordenamiento del centro histórico de la capital.
“Hemos intervenido en 18 cuadras”, manifestó el alcalde de San Salvador, Norman Quijano, quien declaró que la comuna intenta devolver el esplendor a la calle Arce mediante la ejecución de un proyecto de revalidación de la arteria, convirtiéndola en un corredor peatonal.
“La zona está totalmente recuperada y nunca más, mientras este servidor sea alcalde de esta ciudad, volverá a ser ocupada por el comercio informal”, prometió el gobernante municipal, al mismo tiempo que aseguró que la medida logrará terminar con diversos delitos que se originan en la zona.
“Hemos cercenado desde la base el contrabando, el crimen organizado, el narcomenudeo, los homicidios y la usurpación de espacios públicos por personas inescrupulosas”, añadió Quijano.
Los vendedores que fueron desalojados se mantuvieron concentrados ayer al mediodía en las inmediaciones de la arteria y aseguraron continuar con las protestas violentas. “Vamos a volver mañana (hoy) a ubicarnos en el mismo lugar para poder vender porque tenemos necesidad y hambre”, expresó Laura Sandoval, vendedora desalojada.
El edil capitalino recordó que los vendedores cuentan con alternativas, pero no han acudido a ellas. “A ellos se les han hecho múltiples propuestas”, manifestó Quijano. Entre ellas mencionó la plaza comercial Roosevelt.
Pero para Dolores García, una de las desalojadas, las alternativas no son rentables porque “donde se han reubicados los vendedores no venden”.
NUEVA JORNADA VIOLENTA
Pese a que la comuna logró el desmantelamiento de las estructuras que los vendedores tenían a un costado de la calle Arce, y con ello el desalojo de la arteria, la rebelión continuó ayer por la tarde. Cerca de las 3 de la tarde, un grupo de supuestos vendedores con el rostro cubierto se agruparon en las inmediaciones de la basílica del Sagrado Corazón de Jesús gritando contra la decisión del jefe de la comuna capitalina.
En un principio, agentes de la delegación centro de la Policía Nacional Civil (PNC) intentaron disuadir la concentración, pero lo que consiguieron fue calentar los ánimos de los manifestantes, quienes comenzaron a lanzar piedras y botellas de vidrio contra los miembros de la policía.
En medio de la revuelta quedaron atrapadas personas que se encontraban en los locales comerciales ubicados sobre la zona peatonal y transeúntes, quienes fueron rescatados por los cuerpos de socorro para evitar que resultaran con lesiones.
Luego de retroceder hasta la avenida Cuscatlán, frente a Catedral Metropolitana, los rebeldes incendiaron llantas y obstaculizando el tráfico en la zona.
Para disolver la concentración de manifestantes que continuaron lanzando objetos intervino la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO), la cual arrinconó a los vendedores hasta los contornos del mercado Sagrado Corazón y la iglesia El Calvario.
“Hemos tenido un operativo disuasivo de vendedores que estaban realizando desórdenes, sin capturas, ni lesiones”, expresó el subdirector de la PNC, Mauricio Ramírez Landaverde.
Los vendedores aseguraron que continuarán con la idea de volver a establecer sus puestos de ventas.
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