Ricardo Esmahan. 22 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.
El inminente impacto en los precios internacionales de los hidrocarburos por el derrame en el Golfo de México, no tardará en afectar nuestros mercados de energéticos derivados del petróleo, especialmente si la moratoria de perforación de seis meses se prolonga indefinidamente. Sin embargo, lo que se avecina tiene otras implicaciones que debemos considerar.
El desastre, además de afectar los precios de gasolinas y diésel, afectará el precio de referencia del gas (Mont Belvieu) y por ende la factura de subsidio en El Salvador. Un año atrás este precio fue de $0.70 el galón; hoy, supera el umbral del dólar, incrementando el déficit del subsidio, comprometiendo más impuestos para sostener el precio controlado de este energético indispensable para cocinar alimentos de sectores populares. Esto tiene nerviosos a organismos financieros internacionales.
Según cifras oficiales, en 2009 se vendieron 115 millones de galones de gas; de estos, 89 millones recibieron subsidio, embasados en 15.5 millones de cilindros sujetos a control de precio. Cilindros de 25 libras se vendieron 13.7 millones (88.8%) y en otras presentaciones subsidiadas 1.8 millones.
La Encuesta de Hogares dice que El Salvador tiene 1.5 millones de hogares, de los cuales 1,1 millones utilizan gas propano para cocinar (71.8%). Si una familia consume en promedio 25 libras al mes (según FUSADES), la demanda mensual será de 1.1 millones de cilindros. Al año, 13.2 millones. El resto, 2.3 millones de cilindros lo consumen tortilleras, pupuserías, panaderías, comedores, carritos de "hot dog" y otros pequeños negocios. En estas cifras se esconde la exportación fraudulenta. Del 1.5 millones de hogares del país, un 20% poseen uno o más vehículos y al comprar gasolina aportan progresivamente al Fondo de Estabilización y Desarrollo Económico (FEFE), para el pago del subsidio del gas. Por tanto, los 1.2 millones restantes de hogares pertenecen a sectores populares que no tienen vehículo, no compra gasolina y se transportan en bus. Son las familias beneficiadas por el subsidio del gas.
La focalización anunciada sólo para hogares que consumen hasta 99 kw/h, atenderá sólo a 187 mil familias. Para el resto de familias el precio controlado será eliminado y pasará de $5.10 a $13.00, cuando la tendencia internacional es a incrementar el precio. Sin lugar a dudas, una medida de alto costo político para el gobierno y económico para sectores populares. El gobierno ofrece focalizar a más tardar agosto, ante presiones del BM y BID. British Petroleum ofrece parar el derrame también ese mes y superar las desastrosas perspectivas.
La industria que distribuye el gas subsidiado a lo largo y ancho del país, cuenta con 17 plantas de llenado de cilindros. Estas plantas pueden almacenar 1.5 millones de galones y por ley deben mantener inventario mínimo. El fantasma del desabastecimiento está latente por tardanzas al pagar el subsidio, el que sobrepasa los $23 millones que recauda el FEFE. Para 2009 el subsidio fue de $71.8 millones y tiende al alza.
El abastecimiento lo respaldan inventarios en terminales marítimas. Una terminal en operación, con capacidad de 3.4 millones de galones en Cutuco y un almacén de 2.0 millones en Acajutla. Las otras dos empresas surten sus plantas de llenado desde Guatemala y Honduras.
Pendiente está la apertura de otra terminal marítima en Acajutla, con 210 mil galones, de volumen operacional inferior al considerar las reservas de inventario mínimo por ley. Sus proveedores anunciados por voceros de la empresa serían Ecuador y Venezuela, que según noticias internacionales ambos importan gas licuado de petróleo. La terminal no tiene planta para llenar cilindros. Su diseño está para atender demanda a granel de industria y comercio, no considerada dentro del beneficio del subsidio al gas.
*Columnista de El Diario de Hoy. resmahan@hotmail.com
elsalvador.com :.: La dependencia de energéticos del petróleo
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