Los medios informativos y de opinión que trabajan de cara al público son el principal recurso que tiene la gente para externar sus problemas, denunciar abusos, criticar procederes
Editorial. 30 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.
En medio de una espantosa ola de violencia –asesinatos, personas quemadas vivas, secuestros, extorsiones, descuartizamientos, masacres y cuanto horror cabe imaginar— en la Corte Suprema se discute penalizar el ejercicio del periodismo para meter en la cárcel a informadores, editores, dueños de medios y ciudadanos comunes. Todo aquel cuyos escritos o testimonios puedan servir de base a una demanda se expone a ser vejado, despojado de sus bienes y perseguido.
Literalmente se quieren legalizar las cacerías de brujas a partir de apreciaciones subjetivas de "ofendidos", pues no existen, ni pueden existir, reglas para medir la gravedad de un insulto o el daño que al nombre de alguien puede ocasionar una crítica. Y no hay insulto que justifique encarcelar a una persona exponiéndolo a lo peor.
Se pretende procesar y llegar a encarcelar a profesionales del periodismo y personas de bien, por lo que un individuo decide que le perjudica. Es trágico que haya magistrados que no logren ver la diferencia que hay entre los criminales que se capturan o que andan sueltos, los torvos y tatuados sujetos que continuamente vemos en diarios y difusoras, y miembros de las redacciones de los medios de difusión. Ningún periodista, editor, columnista o ciudadano se esconde para trabajar, ni tiene problema para hacer las rectificaciones que sean necesarias.
No hay, ni nunca hubo, historial de actos calumniosos cometidos por periodistas o medios. Son rarísimas las demandas, ninguna justificada, por lesiones al honor. Buscan legislar sobre crímenes imaginarios y se mal legisla sobre atrocidades reales.
En una democracia es normal, deseable y necesario que haya crítica a hechos y actuaciones, que se haga burla de desaguisados, que se señalen errores y se divulgue mucho de lo que piensan o creen ciudadanos y sectores. Los únicos ofendidos suelen ser funcionarios incapaces o corruptos.
Como en Cuba: a la cárcel con los críticos
Los medios informativos y de opinión que trabajan de cara al público son el principal y más importante recurso que tiene la gente para externar sus problemas, denunciar abusos, criticar procederes y exponer anhelos, sueños, aflicciones y desengaños.
Los medios son, a la vez, un insustituible instrumento para que los gobernantes midan las actitudes ciudadanas, salgan al paso de problemas que se van formando y valoren mejor sus propios actos y procederes y las de sus funcionarios. Sin medios de difusión los gobiernos actuarían a ciegas, con riesgo de entramparse y caer en crisis sin solución.
En el pasado los medios han estado expuestos a chantajes, al grado de que se les llegó a responsabilizar por escritos y opiniones de otros. De penalizarse la libre expresión, un acto monstruoso que choca de frente con la jurisprudencia contemporánea y con fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para protegerse los medios se convertirían en censores del público, contraviniendo una libertad fundamental. El país caería en la oscuridad, en el silencio cómplice, en el amordazamiento de todos.
Hay regímenes que encarcelan o ejecutan a periodistas por lo que escriben y divulgan, como en Cuba y como sucedió en la Alemania nazi.
De fallar la Corte a favor de la censura y la penalización del Ejercicio del periodismo, se caería aquí en el hecho grotesco de que los jueces liberen de manera rutinaria a descuartizadores y asesinos pero encarcelen a comunicadores y ciudadanos por hacer lo que es su deber y además normal en toda democracia.
elsalvador.com :.: En medio de la matanza quieren encarcelar periodistas
Estos pobres siguen machacando sobre la "amenza del frente" etc etc y ni se dan cuenta de lo antidemocratico y adverso electoralmente de diversos pronunciamientos de areneros en relacion a la visita del golpista hondureño. Son analfabestias en cuanto a democracia. Los medios no tienen derecho a jugar con el terror de la violencia pandillera que ahora vivimos. Los medios debe apegarse a la ley. Si los medios se prestan a jugar papeles de anunciadores de la muerte como el diario de hoy lo hizo durante la tamazinga de la decada de los setentas y ochentas habra que llevarles ante la sra justicia. Deben entender que esa impunidad de la que han gozado durante todos estos años se termino. La democracia lo necesita. Al nomas comprobarse nexos de estos medios con planes de desestabilizacion en contra del gobierno habra que darles duro con la justicia. Entiendan que la democracia ha llegado para mejorarle y que el tiempo de impunidad qeu uds mismos se habian creado se termino.
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