EDH-En torno a la desestabilización y los medios

 Ricardo Chacón.27 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.

El Presidente de la República, Mauricio Funes, en su discurso pronunciado esta semana en relación al vil hecho de violencia contra un grupo de salvadoreños, trabajadores, todos de bien, cuyo único "pecado" fue viajar en la noche del domingo en un microbús por Mejicanos, se refirió a que "hay algunos medios de comunicación electrónicos que llevan a cabo una clara campaña sicológica con el fin de desestabilizar y crear pánico en la población".

Inmediatamente después, Funes se refirió a los medios de comunicación "tradicionales" (periódicos, radios y televisoras) a los cuales exhortó a que no "deben hacerse eco de esas campañas desestabilizadoras".

Las opiniones provienen del Presidente de la República, un salvadoreño que ejerció el periodismo por más de dos décadas, durante los cuales se caracterizó por hacerlo de una manera crítica, mordaz, logrando que muchos de sus entrevistados se sintieran "acorralados" por un entrevistador de televisión que, por lo general, estaba bien informado por un equipo de producción que solía alimentarlo con datos precisos. En este sentido, lo que pueda decir Funes sobre los medios de comunicación esta sólidamente fundamentado en su experiencia, en su conocimiento, en su práctica periodística.

Sin embargo, tal como lo he dicho en otras ocasiones en este espacio, la gestión presidencial, el ejercer el poder, deja de lado todas aquellas particularidades que mueven al periodista y tiene que desplazarse en otros parámetros. Estos, generalmente, están determinados por las presiones de uno u otro grupo. El presidente está obligado a poner por delante los problemas nacionales, o dicho de otra manera, es el Presidente, no un periodista, lo que no quita que conozca y sepa de esta profesión.

En tal sentido, me extraña que Funes haya hablado de "algunos medios de comunicación electrónicos", cuando en realidad se refería "La Página", un periódico "en línea" que suele "subir" todo tipo de información de actualidad, algunas veces no con el suficiente filtro periodístico, como cuando anuncia la desaparición de un bus en la carretera de Santa Ana o cuando reproduce sin más un supuesto informe de inteligencia militar que anuncia acciones de las maras.

También me extraña que haya pedido a los medios tradicionales no sumarse a estas campañas de desestabilización, como lo han hecho en el pasado otros gobiernos, y no precisamente de izquierda, igual como lo hacen otras naciones, más de carácter totalitario como Cuba, que suele acusar a los periodistas críticos como "desestabilizadores".

En todo caso, lo que no podemos permitir, sea periodista o no, presidente o no, que la violencia se "promueva" ni "fomente"; y es que las acciones de terror que suelen llevar a cabo criminales enfermos, dementes, que creen que la violencia sea válida para alcanzar objetivos, debe ser aislada.

Los que incendiaron el microbus que llevaba 31 pasajeros, el domingo pasado, dando a muerte por quemaduras a 16 salvadoreños inocentes, deben ser combatidos, para demostrar que nadie puede lograr lo que pretende de manera violenta. Esto implica también el evitar el uso irresponsable de la teoría de la conspiración, de la desestabilización del gobierno actual, como lo ha afirmado algún funcionario.

La violencia que hoy padece nuestra nación es compleja, no lo dudamos, pero su explicación y su solución no se reduce a los medios, esto es una estrechez de criterio que esperamos que no sea asumida por el gobierno actual que preside un ex periodista.

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