Ricardo Esmahan.29 de Junio. Tomado de El Diario de Hoy.
Definitivamente, el reventón de British Petroleum (BP) en el Golfo de México, es un evento que provocará cambios de las reglas del juego global, que impactará en los países pequeños, aunque no sólo con efectos adversos, como provocar tendencias alcistas en precios de hidrocarburos. La buena noticia es que estos acontecimientos darán lugar a grandes oportunidades, varias de las cuales en la actualidad se están evaluando.
Para poner un ejemplo: BP está utilizando toneladas de químicos en la marea negra extendida sin control, en particular el producto denominado Corexit 9500 (un disolvente de grasa) para romper las capas de petróleo, tratando de limpiar el derrame. Esta exposición prolongada al petróleo y los productos químicos provocará graves impactos en las economías costeras de esa región del golfo. Uno de éstos será en la industria pesquera del Golfo de México, considerada entre las más productivas del mundo, que contribuye con alrededor del 50% y 16.5 % del total del volumen de pesca en México y Estados Unidos, respectivamente. La industria pesquera de Luisiana es la segunda más grande de ese país y está valorada en unos 2 mil 500 millones de dólares anuales.
Según un reporte de Inteligencia Competitiva del Ministerio de Economía, la distorsión producida por las limitaciones a la pesca en Estados Unidos, podría significar una oportunidad para la industria pesquera salvadoreña, que dispone de recursos naturales con gran potencial productivo para la acuicultura. Más específicamente, ven oportunidades de negocio para los camarones de mar, langostinos, tilapias y atunes. La tilapia destaca como la más prometedora.
Al desastre del golfo se suma la creciente necesidad mundial de alimentos con alto contenido proteínico, la acuicultura se ha transformado en una actividad comercial que, con tecnología apropiada, viene a ser hoy en día una industria sofisticada y altamente rentable.
El cultivo de tilapias ha sido introducido de forma acelerada en países tropicales como El Salvador y en otros 85 países en el mundo. El 98% de toda la producción de tilapias se realiza fuera del ambiente natural de estos peces, por lo que recibe el sobrenombre de "gallinas acuáticas" ante la aparente facilidad de su cultivo y adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales, en algunos casos las más extremas. Una actividad noble por la fácil reproducción, su alta resistencia a enfermedades y su alta productividad en el cultivo.
Antes considerado un pez de bajo valor comercial, la tilapia viene ganando gran aceptación en los últimos años por los consumidores de diversos países. Mucho tiene que ver en ello su aceptación en el gran mercado norteamericano, lo que ayuda a conquistar otros promisorios mercados. En nuestro país su consumo se incrementa de manera gradual y se empiezan a ver creativas y novedosas formas de comercialización; entre ellas, puntos de venta, bien decorados, de tilapia viva en los supermercados, donde el consumidor las escoge fresquitas y brincando.ñ
La tilapia todavía no destaca entre el grupo de peces cultivados en el mundo y años atrás, su producción era consumida en las regiones donde era cultivada, principalmente en África y Asia.
Su producción en gran escala obedece a su incursión al comercio internacional a partir de los años 80, y en los 90 en los que creció de manera acelerada. Actualmente, este pez posee un precio competitivo, tanto a nivel nacional como internacional, aunque su producción aún no alcanza un buen "ranking" mundial. Esta especie puede llegar a sustituir a otras especies acuáticas similares de carne blanca, de gran demanda y abastecimiento reducido por la coyuntura del golfo. Una buena oportunidad que debemos aprovechar para promover la producción y exportación de tilapias en países como el nuestro.
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