EDH-Lo que les estorba es la libertad de otros

Las grandes religiones tienen sus ordenamientos "pétreos", los que judíos y cristianos expresan con los Diez Mandamientos. Esas prohibiciones no han perdido validez en cinco mil años

Editorial. 22 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.

Los Estados Unidos, al igual que la Unión Europea, consignan en sus cartas de fundación principios y libertades que son anteriores y superiores a la ley, a toda ley, y por tanto no están sujetas a lo que en una elección o por obra de un parlamento se decida. En uno de sus artículos emblemáticos, la Constitución de Estados Unidos ordena que el Congreso no aprobará ninguna ley que limite o coarte la libertad de expresión, por ser fundamento y garantía de las otras libertades y derechos del ciudadano. Igualmente se protege el resto de libertades.
Nadie puede venderse como esclavo, aceptar que se le amordace, renunciar a sus libertades, colocarse al margen de las garantías que le otorga el Estado de Derecho.

Ese es el sentido y la función de normas que no pueden alterarse. Para la mentalidad totalitaria son disposiciones "pétreas", un estorbo para regimentar a los ciudadanos y forzarlos a lo que no quieren hacer. Para los hombres libres es una garantía de que, por engaños electorales, no se les convierta en siervos de otros.

El derecho a la libertad de expresión no sólo protege al comunicador y a los medios de difusión, sino también al artista, al productor teatral, a los ciudadanos que organizan eventos, a los maestros, al intelectual, al poeta.

De validarse que un plebiscito pase por encima de lo que es esencial del Orden de Derecho, las minorías quedarían indefensas y la persona se vuelve inexistente. Se beneficia a las mayorías protegiendo a las minorías. Hay otra cara en esto: que la masa es manipulable y es la primera en perder sus libertades. Los menos libres de los cubanos y los venezolanos son los que renuncian a su individualidad para ser masa, para transformarse en peones sin voluntad propia que obedecen consignas.

Quiere reformar para así amordazar

Al igual que los Estados Unidos, la Unión Europea estableció normas y principios que están por encima de sus legislaturas, son inalterables. Para ser miembro de la Unión, un Estado debe comprometerse a reconocer y defender las libertades y derechos fundamentales de la persona, incluyendo la libertad religiosa, el derecho de propiedad, un sistema económico de mercado, el libre tránsito y el Orden Moral. Igualmente aceptan lineamientos en cuanto a presupuestos públicos, lucha contra el crimen y el terrorismo, como fijar políticas comunes frente a otros estados.

Las grandes religiones tienen sus ordenamientos "pétreos", los que judíos y cristianos expresan con los Diez Mandamientos. Esas prohibiciones no han perdido validez en cinco mil años, pues recogen normas de convivencia anteriores a ellas. Es impensable que matar, robar y ser perjuro son principios que se pueden derogar o desconocer con un plebiscito, pues de inmediato el asesinato de rivales y enemigos se volvería un acto legítimo.

Las normas "pétreas", lo que son principios de civilización, se basan en lo racional y lo moral. Es por ello que los grandes fallos jurídicos se apoyan en principios de justicia que se plasman en el Derecho Romano y que gestó la filosofía de los estoicos, los primeros en reconocer dignidad de persona a todos los seres humanos, incluyendo a los esclavos.

El funcionario que ha planteado reformar la Constitución para eliminar las disposiciones "pétreas", es el mismo que aboga por una censura con fuertes sanciones a medios e individuos que se opongan al proyecto socialista. Reformar para imponer una dictadura.

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