Escrito por Lorena Rubiano Fajardo. 29 de Enero. Tomado de Diario Co Latino.
Estamos cansadas de que cada vez que se nombra, se destaca, se menciona o se designa a una mujer en un cargo, inmediatamente se resalta ese hecho, como si fuera un importante reconocimiento al género femenino. No, no más diferencias, no más discriminación, ni de las mujeres hacia los hombres, ni de los hombres a las mujeres, tenemos plena igualdad.
Aun más, si siguen esos comparativos, esas evaluaciones garantizo que salimos ganando las mujeres. Pero de eso no se trata, si algo queda de discriminación es por nuestra propia culpa, porque no nos hacemos respetar, ni reconocer nuestros derechos.
Nosotras, atravesamos un ostensible proceso de escalamiento intelectual, directivo, de liderazgo, de mayor participación pública y sobre todo de rescate del pilar de una sociedad y de un país como lo es el núcleo familiar. Debemos exigir a los hombres que compartamos los trabajos domésticos, que eso los engrandece y los hace entender cuál es el rol de la mujer tanto en la actividad hogareña como en la vida profesional. Necesitamos hombres, que cocinen, planchen, barran, laven loza, cuiden los niños, participen en concursos de tangas, de la papa, de la yuca, etc. etc. etc.
Nuestra actividad se viene robusteciendo día a día, somos mayoría en las universidades, en los cargos financieros, en las grandes empresas, en la dirección de estado, en la participación pública y además parimos a las generaciones futuras de nuestra nación, mientras la ciencia no le permita esa hermosa facultad a los hombres.
De manera que asumamos tareas semejantes, no mas feminismo, no mas machismo, no más asesinatos ni maltratos de mujeres causados por sus maridos, que creen tener el derecho de acabar con nuestras vidas, cuando así lo quieran, ¿que tal si nosotras tomáramos acciones contra los hombres infieles?
El término de la discriminación está en los propios hábitos de los ciudadanos y las ciudadanas. Nuestra misión sólo puede ser cumplida con una evolución cultural progresiva, sin que cada avance aparezca como una “concesión”. En esto le corresponde un rol primordial a los hombres.
Si no existe la disposición social de reconocer en las mujeres las mismas o mejores capacidades para el mundo laboral privado y público, entonces los objetivos pueden ser más difíciles de conseguir.
No más reconocimientos por ser mujeres, sino por nuestras capacidades humanas
No más reconocimientos por ser mujeres, sino por nuestras capacidades humanas
Esto solo se consigue machacando el tema.. razonando acerca de las causas y efectos de esas mentalidades. Sin arrebatos.. ya hay bastante teoria alrededor de causas y efectos... solo es de ir a traerla y buscarle aplicacion a nuestra realidad tercermundista. Pero hay que debatir.. todos los dias .. una y otra vez... y otra vez... hasta nunca parar.... la igualdad a la que ud apela no se les dara de la noche a la mañana.. deben conquistarla... nuestras mujeres se lo merecen todo... en las condiciones en que paren y crian y desarrollan nuestro futuro es heroismo de todos los dias el solo no rendirse.. ante nuestra terrible realidad diaria.
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