Escrito por Vladimir Medrano. 31 de Enero. Tomado de Tendencia Revolucionaria.
Cada vez más, la idea de que el cambio se difumina en el ambiente. Mauricio Funes terminó negociando muy bien con la oligarquía, es muy cauteloso cuando se trata de agradarles. En cambio cuando el FMLN aparece ejerciendo posiciones un poco distantes, arremete con fiereza. Funes ya mató su esperanza.
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Llegó haciendo creer que gobernaría con la filosofía de Monseñor Romero, el salvadoreño más querido en el mundo. Prometió iniciar una era distinta a la tejida por los anteriores gobiernos, donde las componendas y la politiquería barata era parte del diario vivir, prometió destapar la corrupción, fomentó la esperanza como algo necesario para las y los salvadoreños.
Comenzó su mandato con muchas contradicciones, pocas definiciones y un limbo que asustó -en especial a la burguesía-, mientras la gente asintió la necesidad de darle más tiempo, más espacio, que los cambios se iban a ver llegado el tiempo.
Han transcurrido más de seis meses y el rumbo del presidente es muy pero muy claro, está aliado con el gran capital, con el que desde antes de ser votado ya había comprometido muchos proyectos, como la Represa El Chaparral.
Recién se destapa una asignación en publicidad, que ya nos hiso recordar cómo lo hacía ARENA, peor aún, las excusas del presidente rayaron la ingenuidad, pareciera que se dirigía a un “pueblo tonto”. Sus ínfulas de omnipotencia ya se hicieron sentir con dedicatorias expresas para el partido que lo llevó al ejecutivo.
Mauricio Funes habla de la Unidad Nacional, pero cada vez esto suena a panfleto, no se puede construir Unidad Nacional lanzando tantos improperios en contra del partido al que lo llevó a la silla presidencial, en esto sin duda el FMLN tiene mucha culpa, cuentan con una cúpula que no juega a la política, juega a cometer cada error garrafal.
Mauricio Funes es ya un traidor de aquella esperanza que construyó la gente, haciendo creer que llegando a la silla iniciaría una nueva era donde al menos las instituciones de la mal lograda democracia burguesa funcionarían, pero no es así, el movimiento social ya chocó con el gobierno, a pesar de dar el tiempo debido, este gobierno se ha encargado de negar al cada vez más grande movimiento organizado, espacio para discutir y para buscar las soluciones a las diversas temáticas que le han planteado.
Recientemente Funes hizo una declaración muy descabellada, cuando en una de sus poses de emperador tipo la Antigua Roma, envió un mensaje muy delicado al movimiento social y popular salvadoreño en torno a la temática de la minería metálica, aduciendo que su palabra basta para que durante su periodo no haya explotación minera, a lo que la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica respondió diciendo: “Este no es un tema de una persona, es un tema del país, el presidente sólo tiene 5 años, y nosotros necesitamos una ley que prohíba la minería, por lo menos hasta que haya tecnología que no contamine tan dramáticamente el medio ambiente y afecte a las comunidades”, acotó uno de los miembros de la Mesa, David Pereira.
“Cuando uno ve detenidamente el actuar del presidente en torno a la Represa el Chaparral, lo mínimo que se lo ocurre a uno es pensar que ese proyecto de muerte se va ejecutar, por lo tanto la palabra y en especial su palabra –del Presidente Funes- no nos da garantía”, apuntaba Antonio Confesor, férreo opositor a la construcción de la Represa El Chaparral.
“Aquí hay una traición ya a todo ese pensamiento de cambio que se construyó con la llegada de Mauricio Funes, no se puede creer que este presidente esté actuando favoreciendo a la oligarquía, y haciendo muchas cosas igual que ARENA. Funes traicionó inclusive su labor periodística, porque desde un micrófono es bueno hablar, pero la consecuencia de cómo uno piensa, sólo se da en el actuar, y el presidente está en el rumbo equivocado de la historia, nos ha traicionado”. Expresaba Manuel Molina, miembro del SIMEDUCO.
Cada vez más, la idea de que el cambio se difumina en el ambiente. Mauricio Funes terminó negociando muy bien con la oligarquía, es muy cauteloso cuando se trata de agradarles. En cambio cuando el FMLN aparece ejerciendo posiciones un poco distantes, arremete con fiereza. Funes ya mató su esperanza.
Que tonterias!!!. Funes no ha traicionado a nadie. Estas criticas vienen del izquierdismo proteston, estacionario, de ese que por lo general es llamarada de tuza. Lo que no ven, ni el escritor, ni los que abrazan estas corrientes de pensamiento, es que atacan en direccion equivocada. No es a Funes a quien mas se le debe de exigir el paro a la corrupcion, medidas mas radicales en beneficio de los mas necesitados y cosas asi; es el FMLN el que desde el punto de vista izquierdista por principio debe de ser " la vanguardia" haciendo politica nueva, no convirtiendose en un partido mas en el grisaceo espectro politico salvadoreño. Por que no cuestiona al frente por pactar con el PCN?. Otra mentira es que el FMLN lo llevo al poder, asi como si fue un favor!. Ni Funes hubiese llegado al poder sin el frente y mucho menos el frente hubiese estado cerca de ganar las eleccionaes sin Funes. Es una simbiosis!. El juego es bien completo y complejo. Funes trabaja hacia en medio y hacia arriba y el frente trabaja( y si no lo hace, deberia!!! y nosotros debemos constantemente exigirle que lo haga ) hacia abajo, con la gente de a pie, con el grueso de gente que es en si la razon de ser del frente. Es ridiculo y opaco, politicamente hablando, culpar a Funes (despues de ni siqueira un año en el poder) de no gobernar segun la filosofia de San Romero. Hay muchas cosas que no se pueden hacer y que se entienden solo al estar montado en el macho. Asi que dejen de joder pidiendo peras cuando la realidad no da ni para xosechar "guindas". Los revolucionarios de ahora en ES deben de trabajar con Funes, deben de trabajar con los pobres , todos los dias sin descanso y sin reparo. " Ya no es tiempo de esperar, hay que ponerse a la accion!!"
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