EDH-La dispersión de la derecha(Segunda parte)

Tema del momento La gente cuerda, que busca mejores oportunidades se marcha usualmente al país líder del capitalismo en el mundo.

Escrito por Marvin Galeas (marvingaleas@cinco.com.sv ). 28 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.

Tras el evidente fracaso del "Socialismo del Siglo XXI", las ideas que defienden la libertad económica como base fundamental de todas las libertades están, otra vez, abriéndose paso en América Latina. Las recientes victorias electorales de Ricardo Martinelli en Panamá, Porfirio Lobo en Honduras, Sebastián Piñera en Chile, parecen estar marcando una tendencia que se consolidaría en los próximos eventos electorales que se llevarán a cabo en la región.

Este año, 2010, habrá elecciones presidenciales en Colombia, Costa Rica y Brasil. Todo parece indicar que ganarán los candidatos de la derecha. En Costa Rica sea Laura Chinchilla o el cada vez más popular Otto Guevara, candidato del Movimiento Libertario. Ambos no simpatizan en manera alguna con el Socialismo del Siglo XXI. José Serra, en Brasil, es un tenaz opositor de Lula y un mordaz crítico de Hugo Chávez.

En Colombia todos los candidatos con posibilidades son defensores del sistema de libertades. En ese país, los simpatizantes de Chávez y afiliados a la V internacional socialista, están enmontañados desde hace décadas. Ese es su estilo de vida. Las FARC son consideradas por varios gobiernos como una banda terrorista aliada del narcotráfico.

En Guatemala una débil izquierda enfrentará el otro año a Oto Pérez, a quien muchos analistas dan ya como favorito. Acá mismo en nuestro país, el Presidente Funes, quien se mantiene alejado del ALBA, ha dejado claro que no se adherirá al socialismo chavista, y se mostró en ENADE como un firme defensor del sistema de libre empresa, se ha ganado los consabidos insultos en la Internet, pero según las encuestas tiene una alta popularidad entre los salvadoreños.

Tal popularidad se debe, pese a la difícil situación que atraviesa el país, al distanciamiento del Presidente de las posturas pro socialismos del Siglo XXI de su partido. Eso además prueba que la mayoría de salvadoreños rechaza el chavismo y apoya el sistema de libre empresa. El panorama se pondrá mucho más interesante en el 2014, cuando otra vez haya elecciones presidenciales en el país.

Es muy probable que, para ese entonces, haya un ambiente muy favorable para la derecha. Y sin embargo, la derecha podría perder las elecciones si continúa desgarrada y paralizada. ARENA no puede cometer errores como el apoyar junto al FMLN la eliminación de la cuota básica de la telefonía, sin antes haber razonado con las empresas telefónicas y buscar una solución que beneficie al consumidor y que al mismo tiempo respete los contratos, es decir el Estado de Derecho.

En las actuales circunstancias, y por la manera en que se va perfilando un nuevo panorama político internacional nada favorable al chavismo y sus fans, promover la división en la derecha y las fuerzas democráticas es hacerle un terrible daño al país. Que algunos quieran copiar para El Salvador el desastroso modelo venezolano ya es un peligro. Pero que algunos que se dicen de derecha les ayuden, resulta imperdonable.

Venezuela está al borde del colapso social, económico y político, debido a un modelo que fracasa una y otra vez. ¿Cómo es posible que en un país en que ingresan billones de dólares por la venta de petróleo haya prolongados racionamientos de energía? La inflación, que castiga siempre a los más pobres, es la más alta del continente y sigue el cierre de medios de comunicación. ¿Es eso lo que queremos para el nuestra patria?

Si tan exitoso fuera ese modelo, todo el mundo quisiera irse a vivir allí donde se pone en práctica. Pero nadie en su sano juicio emigra hacia Venezuela, Cuba o Bolivia. La gente cuerda, que busca mejores oportunidades se marcha usualmente al país líder del capitalismo en el mundo. Pero corremos el riesgo de que nos impongan el modelo bolivariano por el empeño "de algunos derechistas", que parecen actuar con la absurda consigna de "los jodo aunque me joda yo también".

No puede ser que el debate en la derecha gire en torno al papel que deben jugar los ex presidentes, o si deben haber viejos o jóvenes en el COENA. El debate debe ser mucho más profundo. Debe ser auto crítico y a la vez propositivo. Debe generar nuevas ideas sobre cómo preservar nuestras libertades, crear un ambiente de seguridad donde se genere más riqueza y las condiciones para que cada vez haya menos pobres.

 

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