En El Salvador se han desarrollado esfuerzos pero no se ha generado la institucionalidad respectiva en materia estadística. Se invierte y no se genera algo que permita efectivamente no estar marchando en el mismo lugar cada año o cada diez años.
Escrito por Ricardo Olmos. 30 de Enero. Tomado de La Prensa Grafica.
Por ejemplo, en el año 2003 los representantes de los sistemas estadísticos de Centroamérica y Panamá en San Salvador con los auspicios de PARIS21 realizaron el primer diagnóstico para esta región en materia estadística. Luego en el año 2004 con los censos nacionales se pensó que esas iniciativas dejarían la institucionalidad respectiva y que se iba a generar las bases para la formación del nuevo capital humano estadístico nacional. Parece que se va a repetir la misma historia de no tener el personal idóneo para esas investigaciones estadísticas nacionales que son las únicas que pueden efectivamente actualizar todo el sistema estadístico según lo determina la misma ley. Hay que generar eso... institucionalidad para que sirva a más democracia y desarrollo en el país y para que a) las políticas tengan efectivamente sustento estadístico, b) que su impacto sea para comprender y modificar la realidad nacional y c) que se produzca un nuevo conocimiento para edificar mejores políticas nacionales. Los organismos internacionales están interesados en este esfuerzo. La comunidad internacional a través de PARIS21 ha reiniciado ese esfuerzo y ve la región de Centroamérica como una región que debe modernizar sus sistemas estadísticos nacionales para que sirvan al desarrollo.
Y es que en diferentes encuentros internacionales auspiciados por Naciones Unidas, sobre la situación de los sistemas estadísticos nacionales, es frecuente conocer que nuestro país no se encuentra en la mejor condición. Solo basta observar el tipo de monitoreo que se realiza sobre temas de compromiso de Estado y que nadie nos dice el avance o retroceso con respecto al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Milenio (ODM). El déficit salta a la vista.
Los diagnósticos anteriores en materia estadística han demostrado que la responsabilidad de la obsolescencia de cualquier sistema estadístico está particularmente vinculada a los actores del mismo sistema. Por definición, se tiene que los dos componentes esenciales de todo sistema estadístico son los productores y los usuarios de la producción estadística. Entre los productores se encuentran todas aquellas instituciones productores de censos nacionales, encuestas y registros administrativos y que pueden ser públicos o privados. El segundo componente está constituido por los demandantes de la información y que a la vez son quienes las utilizan para fines académicos, formulación de políticas públicas, decisiones de inversión en los diferentes mercados y negocios, etc. Los diagnósticos realizados han indicado que en El Salvador existe una grave desarticulación del sistema estadístico lo cual repercute básicamente: a) en la producción estadística limitada y no sirve al desarrollo, b) limitada calidad de las estadísticas básicas, c) que no existe un análisis de la demanda, d) la existencia de duplicidad de información entre diferentes organismos nacionales, principalmente.
La problemática central es que las estadísticas no tienen un aporte en el desarrollo nacional y que en la medida que este fenómeno no se revierta de manera decidida y de manera pronta, el país no gozará de oportunidades de toma de decisiones desconociendo las que se presentan en esta era de la información. De no hacerlo, se continuará bajo la misma lógica de derroche de recursos. Configurando una nueva institucionalidad autónoma e independiente con la creación de un Instituto Nacional de Estadística se estará construyendo las bases para mayor democracia y desarrollo nacional.
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