Escrito por C. Marchelly Funes. 22 de Enero. Tomado de Diario Co Latino.
A casi dos décadas de la firma de los Acuerdos de Paz, el pasado 16 de enero, el presidente de la República, Mauricio Funes, en un acto solemne, pidió perdón en nombre del Estado Salvadoreño. Unas pocas horas antes, el vicepresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, en un acto litúrgico solicitó perdón a la sociedad salvadoreña.
En el décimo octavo aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, en el país se escuchó en voz del presidente de la República, jefe de Estado y comandante en Jefe de la Fuerza Armada reconocer que organismos del Estado en las décadas ochentas y noventas, principalmente, el Ejército y los cuerpos de seguridad pública, así como también otras organizaciones paraestatales, cometieron graves violaciones de los derechos humanos: abusos de poder, masacres, torturas, violaciones y actos de represión.
Por todos esos y otros perjuicios cometidos contra la población civil de esos años, el mandatario dijo: “En nombre del Estado salvadoreño, pido perdón”. De esta manera, el presidente Funes pone fin a ese pasado inhumano y da el primer paso hacia la construcción de ese país que todos y todas anhelamos: un país justo, digno y democrático.
Funes señaló públicamente la responsabilidad del Estado ante esos hechos, tanto por acción como por omisión, puesto que era y es obligación del Estado proteger a sus ciudadanos y garantizar sus derechos humanos… Miles de salvadoreños y salvadoreñas que escuchaban atentos el mensaje del presidente Funes, fueron embargados por la nostalgia, algunos y algunas dejaron rodar sus lágrimas, mientras el gobernante continuaba su discurso.
Pero no sólo esto se observó mientras trascurrían las palabras del discurso presidencial. Hubo gestos de soberbia y prepotencia en algunos ex gobernantes __–Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol_ quienes sostuvieron, a la prensa, una vez terminó el acto que “no le correspondía al presidente Funes pedir perdón” y que “este acto sólo fue un acto formal que ya se había realizado con anterioridad”. Además de catalogarlo de “excesivo”.
Seguramente muchos se preguntarán si estas declaraciones son válidas. Incluido uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz, como lo fue Cristiani, el denominado “presidente de la Paz”; sí, ese al que en 1992 se le atribuyó la finalización del conflicto armado, y que hoy, dieciocho años después, en reiteradas ocasiones públicas mostró su oposición y descontento a la realización de este importante acto.
Vaya lógica la de estos ex mandatarios. Pareciera que para ellos pedirle perdón a la sociedad no significa nada. Quizá por eso los cuatro gobiernos de ARENA nunca aceptaron el dictamen de la comisión de la verdad, en este se responsabilizó al Ejército salvadoreño del 90% de los crímenes y al FMLN del 10% restante.
Si no fueron capaces de aceptar sus culpas cuando estuvieron en el poder, mucho menos iban a ser capaces de pronunciar el perdón para todas las víctimas que dejó ese período trágico para El Salvador.
El FMLN también pide perdón
El vicepresidente de la República, Ministro de Educación y en su calidad de miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén pidió perdón a todos los inmolados e inmoladas: “A todas las víctimas del conflicto, a todos sus familiares, a sus hijos e hijas, el FMLN les pide perdón, y a todo el pueblo salvadoreño afectado por nuestras acciones militares” manifestó Cerén.
Y agregó: “Hemos dedicado la mejor parte de nuestro esfuerzo a construir un nuevo camino de democracia y justicia, al convertir en el centro de nuestro quehacer el bienestar de cada uno de los salvadoreños, ese es el ideal que nos guía, esa es nuestra principal reivindicación, construir una nueva era de cambios en donde el pueblo sea el artífice de su destino”.
Este décimo octavo aniversario debe de ser recordado por todos y todas como el día en el que el Estado salvadoreño y el FMLN no sólo reconocieron las pérdidas humanas, morales y materiales que se perpetraron durante el conflicto armado, tanto por el Ejército, como por la guerrilla, sino como el día del perdón.
El pasado 16 de enero, es un día histórico para la sociedad salvadoreña porque fue el día en que un presidente de la República, el primero de la izquierda, Mauricio Funes, tomó la iniciativa de pedir perdón a la sociedad salvadoreña, fortalecerla y animarla a trabajar juntos para hacer de El Salvador una verdadera nación democrática y libre del pasado.
Amigo y amiga lectora saque Ud sus propias conclusiones de este acontecimiento: El presidente pidió perdón en nombre del Estado, el vicepresidente lo hizo en su calidad de miembro de la ex guerrilla; ahora bien, esa derecha que se oponía a que el presidente diera este ineludible paso, es la misma derecha que habla de unidad, ¿cómo se puede hablar de unidad si se es incapaz de afrontar su responsabilidad con el pasado reciente?…
Un acto sin precedentes | 22 de Enero de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad
No se trata de "capacidades" para aceptar culpas, se trata de que ellos todavia tienen suficiente poder y eso les da la seguridad de poder obviar este tipo de reclamos. El periodismo salvadoreño es mas o menos "relator". No arranca debates serios, no puede ejercer presion publica. La consecuencia directa es que los sres areneros pueden decir y hacer lo que quieran sin ser castigados politicamente. La iglesia, los medios de comunicacion, la izquierda, en fin todo lo que no es arena, deberia de exigir que rectifiquen. Mientras esto no suceda, la derecha seguira con la misma actitud de desprecio a los otros.
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