Juan Valiente.30 de Marzo.Tomado de El Diario de Hoy.
La visita de Barack y Michelle Obama fue un acto político del Presidente de los Estados Unidos. Mucho se ha escrito ya de la agenda oficial de su visita y de las razones de ella. Sin embargo, la otra agenda de los Obama dejó entrever lo que es importante para ellos y de lo que podemos aprender. Esa otra agenda del Presidente incluyó un único acto fuera de lo protocolario y fue la visita a la tumba de Monseñor Romero. La primera dama, Michelle Obama, visitó por su parte Ciudad Mujer, un Centro Supérate y las ruinas de San Andrés.
En su visita a catedral metropolitana el Presidente Obama fue ceremonioso, guardó silencio medio minuto con los ojos cerrados y antes de partir encendió una vela en memoria del Arzobispo mártir. En el libro de visitantes especiales escribió: "Personas alrededor del mundo se inspiran en la vida del Arzobispo Romero. Ojalá podamos todos seguir su ejemplo defendiendo la justicia social y los derechos humanos". Nuevamente tiene que ser un extranjero el que nos enseñe el respeto y la admiración por un líder como lo fue Monseñor Romero. Y no cualquier extranjero, nada menos que el Presidente de la potencia más grande del mundo. El Presidente Funes también compartió su pensamiento en dicho libro y escribió: "Una visita histórica que representa un reconocimiento a la validez universal del mensaje profético de Monseñor Romero".
Los Obama también decidieron que la primera dama visitara tres lugares diferentes. El haber elegido ir a la primera sede de Ciudad Mujer fue significativo. Debemos recordar que durante las décadas de los años 60 y 70 surgieron en su país cientos de Centros de Mujeres ("Women's Center"), como un instrumento para promover la vigencia plena de los derechos de la mujer. Quizás la diferencia más importante es que en Estados Unidos todos los centros se consolidaban alrededor de grupos de mujeres de la comunidad. Conocí hace muchos años a Liz DiCarlo, brillante organizadora social y comunitaria, quien desde hace más de 30 años colabora en el Centro de Mujeres de New Bedford y quien me enseñó la importancia que para muchas mujeres, especialmente jóvenes, tiene el poder contar con organizaciones e instituciones como los Centros de Mujeres, particularmente en temas de violencia y de salud sexual y reproductiva.
A excepción de esa crucial diferencia, Ciudad Mujer tiene todos los componentes apropiados, como son la promoción de los derechos de la mujer, la salud sexual y reproductiva, la prevención de la violencia contra las mujeres, la atención infantil y la promoción de su autonomía por medio de iniciativas de desarrollo económico. Es posible que la falta de una organización comunitaria debilite este proyecto, pero puede compensarse con redes geográficamente más cercanas a las mujeres que necesiten de este apoyo. La primera dama también visitó un Centro Supérate, donde jóvenes talentosos reciben educación complementaria en valores, informática e inglés. La Fundación Sagrega e Hilasal iniciaron en el 2004 el Programa Empresarial Supérate y a la fecha la red de centros cuenta ya con cinco sedes en todo el país. Adicionalmente antes de partir visitó las ruinas de San Andrés.
¿Cuál fue el mensaje de los Obama en esta agenda complementaria? ¿Cuáles son los valores que los Obama nos invitan a seguir? Es claro que lo más relevante es la invitación a defender a los más débiles, a los injustamente perseguidos, a los históricamente desprotegidos. La búsqueda de la justicia social y del respeto a los derechos humanos son signos de una democracia. Sin ignorar nuestras raíces y nuestra historia, el país debe dar también oportunidades reales a los pobres por medio de la solidaridad y de la iniciativa privada. Pero nada es posible sin verdaderos deseos de superación personal.
Los Obama nos hacen reflexionar sobre lo que para ellos es importante. Debemos como sociedad aprender para aspirar a construir una verdadera democracia y una mejor sociedad.
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