Carlos Gregorio López Bernal.01 de Abril. Tomado de Diario Co Latino.
Universidad de El Salvador
Pierre Bourdieu (1930-2002), es uno de los cientistas sociales más prestigiosos de Francia y tuvo una carrera académica realmente brillante. Hombre de izquierda, combinó la investigación y la reflexión académica con el compromiso político; no obstante fue también muy crítico respecto a la izquierda. Uno de los temas que más debatió fue la recurrente práctica de la izquierda de ver conspiraciones del enemigo de clase en todo aquello que no resultaba como quería, obviando en consecuencia un análisis más profundo y objetivo de las condiciones que rodeaban al problema en cuestión.
Algo parecido le pasa a la dirigencia del FMLN respecto al veto presidencial al decreto 635 que propone una nueva modalidad de listas de candidatos a diputados y la asignación de votos, no por voluntad de los diputados y sus partidos, sino como resultado de una sentencia de la Corte Suprema de Justicia. Con buen sentido político y entendiendo la democracia más allá de los intereses partidarios, el presidente Funes vetó dicho decreto.
Lógicamente, la reacción de los partidos que elaboraron el decreto fue contraria a la decisión presidencial. Pero de todos, el que más duramente ha reaccionado ha sido el FMLN, al grado de publicar un comunicado en un campo pagado en el cual rechaza el veto aduciendo que es “una respuesta a presiones de la derecha”. Es decir, la derecha le torció el brazo al presidente. En entrevistas en medios televisivos la diputada Jackelin Rivera y el Secretario General del FMLN, Medardo González confirmaron lo planteado en el comunicado e insistieron en que detrás de las demandas por la reforma electoral, hay una conspiración de la derecha que tiene por objetivo frenar el “creciente y sostenido empuje, los sectores de derecha pretenden ahora modificar las reglas políticas a fin de evitar que continuemos avanzando y se garantice con ello la profundización de los cambios que ya hemos iniciado”. Así lo plantea el comunicado.
Es realmente preocupante y lamentable que un partido como el FMLN, que ha enarbolado la bandera de profundización y consolidación de la democracia, recurra a argumentos tan inconsistentes para defender sus intereses políticos. ¿Por qué insistir en ver una conspiración en una exigencia que no se originó en la derecha?, ¿Deslegitima esa demanda el hecho de que actualmente la apoyen algunas instituciones ligadas a la derecha?
Convenientemente, el FMLN olvida que las demandas por una reforma electoral que garantice el exacto cumplimiento de la valiente resolución de Corte Suprema de Justicia provienen de un amplio abanico social que incluye a organizaciones muy alejadas de un alineamiento de derecha. Es mas, en esa amplia, novedosa y prometedora coalición hay mucha gente más bien de izquierda, pero de una izquierda más abierta, menos vertical y alejada de las cúpulas partidarias. Las reacciones de algunos representantes del Frente ante el veto presidencial, confirmadas luego por el comunicado oficial, son preocupantes. De nada sirve que el FMLN inicie su comunicado haciendo alusión a sus luchas históricas en pro de la democracia y las libertades, si hoy que está en el poder no las confirma.
Ha sido precisamente por la intransigencia de los partidos políticos, o para ser más preciso, de las dirigencias de los partidos, que este tema ha tenido que llegar a una instancia como la CSJ. Si las cúpulas partidarias hubieran sido más abiertas y sobre todo visionarias, nuestro sistema electoral habría evolucionado sin tantos contratiempos. Y aquí no vale pensar en derechas o izquierdas; los hechos han probado que a la hora de defender sus intereses, dirigencias de izquierda o derechas pueden parecerse mucho.
Con una pobre capacidad argumentativa la diputada Rivera dijo en un medio que es solo después del triunfo del FMLN en 2009, que el tema de la reforma electoral es puesto en agenda, y que antes se votaba por banderas sin ningún problema. No es cierto, las demandas por cambiar el sistema vienen desde antes, pero a los partidos políticos no les interesaban. Fue necesaria una sentencia de la CSJ para retomaran el punto. Tampoco es cierto que el problema de fondo sea la presencia de las banderas de los partidos en las papeletas de votación. El verdadero problema es el “arreglo” que los legisladores hicieron para el conteo de los votos y la asignación de escaños legislativos. Ese arreglo turbio es el que al final termina anulando lo establecido por la CSJ, de tal manera que de implementarse, los partidos tendrían todo a su favor para terminar imponiendo los candidatos que les interesan.
Al menos el comunicado del FMLN, es objetivo al decir que el decreto vetado le daba a la ciudadanía “la opción de votar por la bandera de un partido, votar por un candidato propuesto por un partido o votar por un candidato independiente”. Exactamente en ese orden; ponen en primer lugar la bandera del partido y eso es lo que el presidente ha vetado. ¿Tan poca confianza tiene el FMLN en sus candidaturas que teme que no se sostengan sin el respaldo de su bandera? Yo no veo ningún problema en que la bandera de los partidos acompañe las fotografías, como “marca de agua” al fondo de la imagen del candidato. Lo que no acepto es que pongan a competir bandera con candidato, porque en esa competencia es claro que gana el partido… corrijo gana la dirigencia del partido.
El FMLN debe entender que las reformas en cuestión van más allá de izquierdas y derechas, van más allá de ideologías. Es simple y llanamente una demanda ciudadana y esa demanda no puede acallarse recurriendo a argumentos ideológicos. Reducir esta cuestión una “conspiración” de la derecha es insultar la inteligencia de los salvadoreños y dejar en entredicho la tradición histórica de lucha por la democracia del FMLN.
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