Carlos Mayora Re.26 de Marzo.Tomado de El Diario de Hoy.
Independientemente de lo tratado antes de la visita del Presidente Obama y durante la misma por los aparatos diplomáticos de los Estados Unidos y El Salvador, de lo que ambos presidentes conversaron en privado y de las especulaciones de los periodistas, lo que quedará es lo que se dijo en Casa presidencial el martes por la tarde.
También están las entrevistas que periodistas internacionales hicieron a los dos personajes, las interpretaciones de los analistas, la cobertura noticiosa, etc. Sin embargo, atengámonos a lo cada uno dijo de manera oficial, y algunos hechos significativos.
Obama aterrizó solo. En Brasil y Chile le acompañaba un considerable número de empresarios dispuestos a negociar en un mercado de más de doscientos millones de personas, con innegables perspectivas de ampliar sus intereses. Aquí no. No tenemos la posibilidad de convertirnos en un socio comercial de envergadura. Si fuera el comercio el quid de todo, parecería lógico preguntarse ¿por qué fuimos escogidos en la gira del señor Obama?
El mensaje más concreto que dejó es que su gobierno ofrece a la región centroamericana doscientos millones de dólares, destinados para la fortalecer las medidas orientadas a la seguridad ciudadana y el combate al narcotráfico. Entonces: parece que somos pieza importante para la seguridad norteamericana, cuello de botella en la ruta de la droga antes de que llegue al extenso México.
Además, en la segunda parte de su discurso, resalta la importancia que el Presidente norteamericano quiso darle a su "partnership to grow", prometiendo reformas gubernamentales que ayuden a canalizar inversión privada norteamericana hacia nuestro país. Otra pista: si nosotros estamos bien, combatiremos más eficazmente la violencia y el narcotráfico, y ellos podrán estar mejor.
Sin embargo, para lograr un nuevo escenario de colaboración entre gobiernos, y poder dejar el modelo económico de chorro-pila, en el que los fondos fluyen sólo de norte a sur, y convertirnos en un "partner", hace falta que en El Salvador haya mucho trabajo y entendimiento, potenciación de oportunidades, despertar potenciales aletargados (de los cuales el más importante es el TLC) y lograr entendimiento --y no sólo contraposición-- entre el gobierno y las fuerzas productivas.
Si nos vamos a asociar es imprescindible estar preparados. Gobierno, en su papel de liderazgo nacional, pero principalmente en su importantísimo rol de garante de la seguridad ciudadana, y salvadoreños (todos, no sólo los empresarios o los industriales) trabajando lo mejor que podamos; conscientes que esa nueva forma de relación no nos puede encontrar con el pie cambiado.
El discurso del Ppresidente Funes en casa presidencial sobre el pacto fiscal, la propuesta de ley de asocios público-privados, y las quejas sobre los obstáculos del pasado, contribuyó a dar la impresión de que si bien se está trabajando en la línea del progreso, vamos a una velocidad muy inferior de la que requiere una propuesta como la que se nos vino a hacer.
La buena noticia es que siempre se puede mejorar. Que la pelota está en nuestra cancha y que si queremos dejar de ser simples receptores de ayuda le podemos entrar con todo al "asocio para el crecimiento". Depende de todos nosotros: el asocio debe comenzar internamente, pues si los valiosos propósitos de los norteamericanos encuentran un país dividido en rencillas domésticas, no nos podremos extrañar que vayan con sus intenciones a otra parte.
En esto, los objetivos manifiestos del Presidente Funes en relación a lograr una unidad nacional, deben corresponderse con acciones concretas para alcanzarla, y a su vez las gremiales, los partidos políticos y la sociedad civil deben ser conscientes de su imprescindible trabajo para hacerla ir a otra velocidad y conseguirla lo más pronto posible.
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