C. Marchelly Funes.30 de Marzo.Tomado de Diario Co Latino.
En muchas ocasiones he tocado, por este mismo medio, el tema del reordenamiento de San Salvador. Y hoy con especial énfasis en el avance que representa para todos los capitalinos la batalla que ha iniciado el Gobierno Central.
Una de las cosas que más he escuchado en el entorno desde que se echó andar el ordenamiento del transporte en la capital ha sido la falta de respeto por el trabajo ajeno. En otras palabras, hay quienes se han dado a la tarea de criticar la iniciativa con argumentos ideológicos partidarios, desmeritando la acción del Gobierno Central. Esos detractores deben reconocer la voluntad política por rescatar la capital y en vez de criticar deben de apoyar desde sus posibilidades al perfeccionamiento de este proyecto.
Con este reordenamiento el Gobierno Central ha recuperado 30 cuadras del centro de San Salvador que estarán despejadas del tráfico de buses y microbuses, y del caos que estos ocasionan. Sin embargo, es imperioso señalar que para el éxito de este plan, quizá sea prematuro decirlo, pero, es necesario tener en cuenta que el caos podría aparecer en las nuevas zonas de circulación.
Para evitarlo, las autoridades deben garantizar los cordones de seguridad de manera permanente, y no solo en la etapa inicial; motivar desde los canales oficiales el uso de esas arterias y avenidas únicamente para el transporte colectivo; y diseñar alternativas para vehículos particulares.
El Gobierno Central debe fortalecer acciones con todas las dependencias involucradas, llámese Ministerio de Obras Públicas (MOP), Viceministerio de Transporte (VMT), Alcaldía Municipal, empresa privada, gremiales del transporte y organizaciones sociales para hacer más eficiente el reordenamiento del transporte y el rescate al Centro Histórico de la capital evitando improvisaciones y gastos innecesarios a posteriori.
En definitiva, todo cambio genera resistencia, y más cuando se ha aceptado el desorden como hábito cotidiano, en este sentido, las autoridades que impulsan el cambio deberán vigilar el cumplimiento de los objetivos y sancionar a quienes entorpezcan el fiel cumplimiento de estos.
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