Comentarios mas recientes

2010/10/20

LPG-Sobre golpes de Estado

 Escrito por Ivo Príamo Alvarenga.20 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
ipalvarenga@telemovil.net

Se ha hablado tanto de golpe de Estado, que para ver si sus perspectivas son reales, o fruto de imaginaciones extraviadas, es necesario recapitular las condiciones que lo hicieron y lo harían posible en El Salvador. Al efecto, recordemos a vuelo de pájaro los principales golpes dados en el siglo XX.

El de 1931 derrocó a un presidente débil; se vivía gran efervescencia social por las gravísimas condiciones económicas y la agitación de izquierda, que producía temor en las clases pudientes; el ejército estaba inquieto y descontento, un líder enérgico se puso al frente del mismo.

El fracasado intento de 1944 se estrelló contra un presidente fuerte hasta lo brutal. Había gran efervescencia social volcada en ese momento, y sobre todo más tarde, contra el gobierno. El ejército y los cuerpos de seguridad respaldaron al presidente, el cual cayó por un movimiento ciudadano extendido y heroico.

En el mes de octubre de ese mismo año fue un cuartelazo descarnado. Su jefe no era un líder. Los sentimientos del pueblo fueron ignorados. Se instaló un presidente blandengue y ambicioso, derrocado en 1948 por un movimiento liderado por un militar enérgico, con ideas claras sobre sus propósitos, acusando a los caídos de corruptos y reeleccionistas. Los golpistas inauguraron un sistema de fraude e imposición electorales, con el cual “eligieron” a otro coronel derrumbado en 1960 por un golpe que tuvo básicamente el mismo organizador; enérgico todavía pero con menos apoyo entre la Fuerza Armada que se dividió en varias tendencias, cada cual buscando un contragolpe. Fuertes sectores populares estuvieron en gran ebullición, dirigidos por obreros y estudiantes universitarios.

El gobierno establecido duró solamente tres meses. Nació débil y murió débil. El apoyo popular que disfrutaba no fue suficiente para contener el desasosiego de los militares. Tres jefes de estos con fuerte liderazgo los unificaron alrededor de un nuevo partido corrupto e imposicionista. El intento de golpe de 1972 se paralizó por fallas en su dirigencia.

Veintiocho años después fue derribado el último presidente de esa serie, un general inepto enfrentado a un creciente movimiento popular de izquierda, que preocupaba mucho a la gente de uniforme. Después vinieron la guerra, los Acuerdos de Paz y las elecciones y los gobiernos democráticos.

Mirando hacia atrás, resumamos que las condiciones para un golpe son: una presidencia débil; efervescencia popular, especialmente si es contra el gobierno; temor en sectores políticamente influyentes; intranquilidad o división o ambas en los cuerpos armados; uno o varios jefes castrenses que logren cohesionar a los hombres de armas.

Tenemos todo lo contrario de un presidente débil. Funes irradia seguridad en sí mismo y claridad en sus ideas. Efervescencia popular la hay a niveles fisiológicos, reducida y controlable. Existen temores en algunos grupos, provocados por la trayectoria o las palabras de ciertos miembros del partido gobernante, pero es impensable que quieran o puedan lanzarse a aventuras temerarias. Cuando en los regímenes militares se decía que el ejército estaba “monolíticamente unido”, era señal que había graves resquebrajaduras a su interior; el golpe de Estado se sentía en el aire; ahora el ministro de la Defensa ha dicho que la Institución Armada está sólida y solidariamente con el gobierno; sin que exista la más mínima duda de ello. En la época de los golpes, había militares con prestancia y prestigio que los hacían ver como potenciales jefes de una insurrección. Ahora no existen; ni de alta, ni en retiro.

Loading comments...

Problems loading Disqus?

Sobre golpes de Estado

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.