LPG-El necesario apoyo privado

 Esta semana fuimos testigos de la culminación a una fuerte inversión. El Grupo AGRISAL, dirigido por Roberto Murray Meza, y Almacenes SIMAN, presidido por Ricardo Simán, inauguraron la IV Etapa de Plaza Mundo, en Soyapango. Se ha tratado de un reconocimiento al peso económico de este municipio, de la pujanza y capacidad de sus ciudadanos y, de paso, se ha convertido en un símbolo de que la inversión privada nacional tiene posibilidades de crecimiento.

Escrito por Luis Laínez.24 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.

 

¿Acaso se hubiera realizado una inversión millonaria si no hubiese posibilidad de retorno y de obtener ganancias? Estamos hablando de empresarios, de grandes empresarios, de tal modo que hubo antes un estudio de mercado que indicó que realmente había posibilidades de negocios.

Ciertamente, los discursos de ambos líderes empresariales eran más que un recuento de las historias de sus respectivas compañías. Había mensajes que trascendían el ámbito de las empresas y que constituían un verdadero manifiesto del sector de los empresarios que sí creen en el país y que están dispuestos a seguir desarrollando sus negocios, independientemente de que al Gobierno haya llegado un presidente con la bandera del FMLN.

Precisamente, el mismo acto de inauguración incluyó la entrega de un reconocimiento al alcalde de Soyapango, el efemelenista Carlos Ruiz. Llegó como suele ir a eventos del partido: con una gorra verde olivo que tiene bordada la bandera de Cuba, además de una guayabera roja. Realmente fue un momento único ver a ese hombre, que encarna al ala radical del Frente, cortando la cinta inaugural en compañía de empresarios de la talla de Simán y Murray Meza. No es que no haya diferencias, sino que hay que tolerarlas. O, como dijo don Ricardo Simán, “echarlas en el olvido”.

Pero no se trata exclusivamente de dar todo. Los empresarios también dijeron que requerían de estabilidad política y certeza jurídica.

Ahí es donde comienza realmente el debate. El presidente Mauricio Funes ha lanzado una cruzada para que los empresarios hagan negocios con el Gobierno como socio. A eso se refieren las Alianzas Público-Privadas (APP) que el Ejecutivo está planteando como una posibilidad para proyectos de infraestructura, tales como autopistas, ampliación de puertos y aeropuerto y hasta represas.

Sin embargo, los empresarios piden señales de buena voluntad. Y por eso, Juan José Daboub, presidente de la Cámara de Comercio, y Raúl Melara, director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), vieron con buenos ojos que los diputados hayan eliminado el jueves en la noche la obligatoriedad de presentar una declaración patrimonial para aquellos que tengan bienes con un valor superior a los $300,000.

Y ahí está el problema. En la votación que eliminó ese requisito no participó la bancada farabundista. Y un día después, el ministro de Hacienda criticó a los legisladores de derecha que aprobaron la medida, los acusó de cómplices de la evasión fiscal y le pidió a Funes que vete el decreto aprobado por la Asamblea Legislativa.

Habría que ver cuál será la actitud que se tomará, porque si bien es cierto que hay que mejorar los niveles de recaudación, no es mediante el acoso que se logrará. Tampoco está bien que quien tiene más quiera obviar su contribución al país. Otros, como los que sí invierten, y lo hacen en grande, demuestran que están dispuestos a poner de su parte.

El necesario apoyo privado