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2010/10/10

LPG-Editorial-Los partidos ya están en ruta hacia 2012

La ciudadanía va tomando creciente conciencia de su función dentro de la democracia, y eso la vuelve cada vez menos manipulable. Eso se ha visto de manera patente a lo largo de la posguerra...

Escrito por Editorial.11 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica. 

 

Faltan 17 meses para que se den las elecciones legislativas y municipales de 2012, y ya en los distintos partidos políticos se están dando movimientos preelectorales, en función de lo que cada quien considera sus preparativos adecuados para estar a punto en una contienda que esta vez tendrá bastante más significado político que en ocasiones anteriores. Aunque dichos movimientos, hasta la fecha, muestran más signos autodefensivos de las estructuras tradicionales que propósitos de auténtica renovación, lo cierto es que, independientemente de lo que quieran o hagan las fuerzas en contienda, los comicios de 2012 constituirán una prueba no sólo de la aceptación ciudadana respecto de los partidos sino, sobre todo, de la capacidad de éstos para responder a la evolución del proceso democrático nacional.

Es cada vez más claro que las elecciones de 2009 establecieron una nueva situación en el escenario de la correlación de fuerzas políticas, y no sólo por los resultados en sí de aquellas elecciones, especialmente en lo tocante a la alternancia en el Ejecutivo, sino porque la decisión popular dejó en evidencia que el electorado, en lo fundamental, se guía cada vez menos por imágenes políticas prefabricadas para las campañas, y lo que va haciendo con creciente conciencia de su rol histórico dentro del proceso nacional son sus propios juicios de valor sobre lo que le conviene al desenvolvimiento democrático del país.

Por ahora lo que se ve son aseguramientos de posiciones claves dentro de las estructuras partidarias, pero nada de remozamientos de idearios o, al menos, de reajustes de mensajes. En estos puntos sensibles parece que las dirigencias partidarias quisieran hacerse los desentendidos, pese a que es la tarea vital por hacer para crear condiciones para una competitividad más actualizada. Y, desde luego, tendría que estarse pensando ya, dentro de las interioridades partidarias, en figuras nuevas y en personalidades convincentes, conforme a los requerimientos de la realidad actual. En ese sentido, la necesidad de abrir las listas de candidatos podría hacer una buena diferencia respecto de lo que ha venido sucediendo en razón de la hegemonía hasta hoy indiscutida y avasalladora de las cúpulas partidarias.

Es significativo lo que se está dando en el ámbito político nacional, en lo que a evolución se refiere: los partidos y sus dirigencias no son los que van a la vanguardia del proceso evolutivo, sino que es la ciudadanía la que ha tomado ese rol. Esto, que en algún sentido podría parecer una paradoja, representa en realidad el seguro más importante del proceso y del sistema. La ciudadanía va tomando creciente conciencia de su función dentro de la democracia, y eso la vuelve cada vez menos manipulable. Eso se ha visto de manera patente a lo largo de la posguerra, y es lo que en verdad está haciendo el cambio en el país. El cambio, para los políticos, es retórica; para la ciudadanía es aspiración natural que no tiene nada que ver con ningún tipo de populismo.

Esto deben tenerlo muy presente los partidos y sus dirigencias para no equivocarse en lo fundamental, que es la valoración de cómo hay que ser y cómo hay que proceder frente a los desafíos de la dinámica democrática en marcha. 2012, como decíamos, traerá una prueba decisiva para ellos, y no sólo por los resultados aritméticos inmediatos, sino, sobre todo, por la medición de las posibilidades de cada quien en el tablero político del futuro.

Los partidos ya están en ruta hacia 2012

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