Comentarios mas recientes

2010/10/13

LPG-Con o sin cubanos, igual nos quedamos

 También en El Salvador se han ido reduciendo las tasas de analfabetismo en la medida en que hemos avanzado en la universalización de la educación primaria.

Escrito por Joaquín Samayoa.13 de Octubre.Tomado de La Prensa Gráfica.
 

Nuestro gobierno firmó convenios en La Habana. Vendrán asesores para apoyar el programa de alfabetización y, más adelante, la reforma curricular de la educación básica. El ministro Sánchez Cerén está entusiasmado; talvez porque el hecho de que los agentes del régimen cubano puedan moverse a sus anchas en nuestro territorio es un sueño hecho realidad; talvez porque piensa que su presencia tendrá un impacto significativo en las cifras de analfabetismo y en la calidad de la educación.

Pero la verdad es que los cubanos no tienen una fórmula mágica que pueda servirnos. El analfabetismo no se ha superado en Cuba como resultado de programas como el que el MINED quiere ejecutar en El Salvador. En la isla hay pocos analfabetas porque han transcurrido ya cinco décadas desde que la educación básica fue posible y efectivamente obligatoria para todos los niños. Los cubanos más viejos, los que no fueron a la escuela en el régimen de Batista, se han ido muriendo; los demás aprendieron a leer en la escuela.

Ese es el verdadero mérito de la revolución cubana en lo que concierne al analfabetismo. No necesitamos asesores extranjeros, de ningún país, que vengan a decirnos lo que ya sabemos. También en El Salvador se han ido reduciendo las tasas de analfabetismo en la medida en que hemos avanzado en la universalización de la educación primaria. Eso es lo que debemos continuar haciendo, solo que con más lucidez y empeño. Necesitamos invertir más dinero en construcción de escuelas y formación y contratación de maestros. Pero eso es precisamente lo que no está haciendo este gobierno, que prefiere subsidiar uniformes escolares a invertir en planes estratégicos de cobertura y calidad educativa.

Los asesores cubanos en nada pueden cambiar los factores y circunstancias que hacen poco eficientes los programas de alfabetización de adultos. La cruzada nacional de alfabetización que se llevó a cabo en Nicaragua durante los primeros años del sandinismo dejó lecciones que debiéramos aprender. En ese período, la solidaridad internacional se volcó sobre Nicaragua. Llegaron miles de voluntarios, maestros y asesores, de España, Cuba y otros países latinoamericanos. El gobierno obligó a todos los estudiantes de bachillerato a realizar tareas de alfabetización. Había una gran energía social encauzada hacia el logro de metas de corto plazo que parecían factibles. Al final, la montaña parió un ratón. A pocos meses de haber finalizado la cruzada, empezaron a revertirse los resultados que parecían haberse alcanzado de manera tan impresionante.

Los adultos mayores, grupo de edad que en todas partes concentra las tasas más altas de analfabetismo, suelen ser muy renuentes, con unas pocas excepciones, a asistir a clases de lectoescritura que se imparten al final de jornadas laborales de trabajo físico pesado y perturban considerablemente las rutinas a las que está tan acostumbrada la gente. Pero el principal problema es que lo ganado se pierde prontamente, ya que los alfabetizados siguen viviendo su vida como siempre la han vivido, sin actividades que requieran leer y escribir. Contra eso, nada pueden hacer los cubanos en El Salvador. Con ayuda extranjera o sin ella, con unos u otros métodos de enseñanza, los programas de alfabetización de adultos mayores siempre tienen resultados bastante modestos.

Los asesores cubanos tampoco son la solución para los persistentes problemas de cobertura, equidad y calidad de la educación básica y media. No hay que perder de vista que en Cuba pudo hacerse efectiva la obligatoriedad de la educación básica, entre otras razones, porque los maestros ganan una miseria y no piensan en cambiar de profesión, pues los demás profesionales también ganan una miseria, lo cual hace posible que el Estado contrate a todos los maestros que necesita. Tampoco hay que perder de vista que los jóvenes cubanos estudian más porque, para bien o para mal, no tienen distracciones (celulares, programación variada de TV, centros comerciales, discotecas, etc.).

Son condiciones muy diferentes. El éxito educativo cubano tiene un alto costo social y no es transferible a otras sociedades por la vía de reformas curriculares o programas de alfabetización.

Con o sin cubanos, igual nos quedamos

1 comentario:

  1. I know this web site provides quality depending articles and additional information, is there any other site
    which gives such things in quality?
    Also visit my blog post :: manchester city transfer rumours transfer news

    ResponderEliminar

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.