El ejército ecuatoriano logró rescatar sano y salvo al presidente Rafael Correa, después de un nutrido tiroteo en el que los militares enfrentaron a los policías que habían sitiado al gobernante desde la mañana en un hospital. El gobernante luego dijo: "No habrá perdón ni olvido en esto".
01 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.
Las imágenes de la cadena Telesur mostraron a las 8 de la noche de este jueves una maniobra militar para recuperar el control del hospital que desde la mañana fue sitiado en Quito por policías amotinados que lograron dejar encerrado al presidente ecuatoriano Rafael Correa. Media hora más tarde, el gobernante apareció en el balcón de la casa de gobierno para dirigir un discurso y acusar a la oposición política de apoyar lo que llamó un intento de golpe de Estado.
Los policías se había rebelado en protesta por una ley aún no vigente que les recorta beneficios económicos, y en un momento en que el presidente Correa quiso hablarles en el hospital al que había acudido a tratamiento, los agentes le lanzaron una granada lacrimógena que ameritó que lo atendieran.
Según Correa, el día anterior, la oposición empezó a divulgar mentiras sobre los contenidos de la ley, e incluso exhortaron a los policías a no proteger al presidente, porque este tenía el propósito de perjudicarlos con la ley.
A las 8:20 p.m. de esta noche, en la transmisión en vivo de Telesur se escuchaban disparos mientras se veía a numerosos soldados parapetarse y correr alternadamente hacia el edificio del hospital donde se encuentra Correa en la capital ecuatoriana.
El presidente había dicho durante el día que él sabía que algunos grupos de oposición tenían días de estar preparando un golpe de Estado.
Una vez que Correa fue sitiado, centenares de particulares se acercaron a los alrededores del hospital para enfrentar a los policías amotinados, y eso desató los primeros enfrentamientos. Ya en la noche, eran miles los manifestantes en apoyo de Correa que rodeaban algunos de los edificios públicos como la casa de gobierno y el hospital.
A las 8:22 p.m., Telesur informó que testigos en la zona aseguraron haber visto a un manifestante civil baleado morir entre ellos, supuestamente impactado por una bala disparada por los rebeldes.
A las 8:27 p.m., una camioneta todoterreno aparentemente logró rescatar a Correa y emprendió el escape a toda velocidad, en medio del sonido de numerosos disparos. Un periodista de Telesur dijo que acababa de confirmar que el operativo de rescate fue exitoso.
A las 8:30 p.m., Correa apareció en el palacio de Carondelet, dirigiendo un discurso ante miles de simpatizantes. Ahí llamó traidores a los sublevados y anunció que a diferencia de lo que pidieron opositores como el alcalde de Quito, Jaime Nobot, no revocará la ley que dio origen a la protesta.
Más tarde, a las 10 p.m., Correa dirigió a su país un mensaje en el que afirmó que todo fue parte de una conspiración para causar caos. "Fue un intento de golpe de Estado fracasado y lo que han logrado es que salgamos más fortalecidos", dijo. Luego prometió investigar y procesar a los responsables: "No habrá perdón ni olvido", anunció Correa.
Correa aseguró que hubo algunos heridos de parte de las fuerzas leales, pero Telesur informó de al menos un muerto entre los civiles que se manifestaban en favor del jefe de Estado.
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