El general desastre de los sistemas estatales de pensiones ha llevado a muchos gobiernos, no sólo al francés, a plantearse o elevar la edad de retiro, o simplemente abandonar las jubilaciones
25 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.
Si no hay suficientes recursos, no es posible sostener programas. Por mejores intenciones que se tengan, aunque un gobierno se conmisere de la situación de sus menos productivos ciudadanos, cuando la economía nacional no logra costear programas, hay que recortar gastos.
Al elevar en dos años la edad del retiro en Francia, se ha desatado una ola de huelgas, bloqueos, manifestaciones y desórdenes en todo el país, lo que obligó al gobierno a adoptar fuertes medidas policiales para restablecer el orden. Por una parte los sindicatos, asociaciones estudiantiles, maestros, etcétera, quieren volver a la situación previa, mientras por otra el gobierno se ve forzado a cambiar porque el país no genera los recursos para sostener un sistema en bancarrota.
En España, Grecia y otros países tanto de Europa como del resto del mundo, se acabó la vida despilfarrada y parte del Estado de bienestar, por ser insostenibles. La producción no alcanza a cubrir todas las necesidades ni las aspiraciones; sin producción no hay repartos ni hay ahorro.
Para sostener los sueños los gobiernos echan mano de un simple expediente: coger deuda para repartir dádivas, como los estadounidenses para estimular la economía y salir de la recesión. También aquí, en El Salvador, nos estamos endeudando con un similar objetivo: reducir la pobreza.
Pero con ello se cae en la situación de las personas que usan sus tarjetas de crédito para vivir mejor, celebrar los quince años de su hijita, comprar ropa y electrodomésticos, etcétera, olvidando que tarde o temprano hay que pagar, hundirse en la insolvencia o perder la casa.
Hay quienes tienen embargado hasta el ochenta por ciento de su salario, pues además de las tarjetas le deben al almacén, al usurero, a la tienda de la esquina, a la costurera.
Se tendrá que trabajar toda la vida
Eso es más o menos lo que está sucediendo en Francia, pasa en España, es la causa del descalabro de Grecia y de Irlanda y es lo que a lo largo del siglo pasado fue el origen de las bancarrotas de la mayor parte de los países iberoamericanos.
Adquirir deuda, sea con préstamos o inflando la moneda, para financiar programas sociales y "combatir la injusticia" inexorablemente conduce a la bancarrota, a menos que la productividad de un país pueda sostener el esquema.
Hay deudas a largo plazo, deudas que se perdonan, deudas que se pueden refinanciar, deudas que con el tiempo valen menos por el descenso de las monedas. Pero deudas son deudas y, en su mayor parte, se deben pagar, como toca a los jóvenes de hoy pagar mañana los despilfarros de sus mayores.
La posición del gobierno francés frente a las huelgas se explica con facilidad: no es posible solucionar ningún problema ni construir soluciones sensatas a ellos, cuando una de las partes se va a la calle y en forma irracional, mediante la violencia y el secuestro de sectores, quiere imponerse.
El general desastre de los sistemas estatales de pensiones ha llevado a muchos gobiernos, no sólo al francés, a plantearse o elevar la edad de retiro, o simplemente abandonar las jubilaciones. Los italianos y los alemanes ya consideran que la gente debe trabajar mientras pueda y el tiempo que pueda, a menos que cada persona, como aquí, en El Salvador, invierta en su futuro.
elsalvador.com :.: Sin dinero es imposible sostener a jubilados
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