El Ejército se ha ceñido de manera puntual al marco de lo pactado en los Acuerdos de Paz, cumple con lo que el Ejecutivo le pide, maneja con prudencia y honestidad sus presupuestos
14 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.
En su fervor revolucionario y en el marco de la celebración del 30 Aniversario de fundación, dirigentes del FMLN hablaron de abolir el Ejército y defender al gobierno de cualquier intento golpista de la derecha. Pero, posteriormente, el Presidente Funes ratificó su apoyo al Ejército y negó tener información de conspiraciones, ni de la derecha ni de nadie.
A todos, de derecha o de izquierda, nos toca preservar el orden democrático, proteger las libertades fundamentales y sostener la convivencia pacífica, la tolerancia y el Orden de Derecho en El Salvador. La derecha no conspira, pero conspiran Chávez, el crimen organizado, el castrismo y los movimientos enloquecidos del Medio Oriente.
El Ejército es una institución fundamental para preservar cohesionada a la nación, defenderla de agresiones externas y contribuir, como lo ha venido haciendo en los últimos tiempos, al combate de la criminalidad y la asistencia a comunidades y áreas afectadas por desastres naturales. Al lado de la patética inoperancia de entidades gubernamentales para asistir a los damnificados por la tormenta Ida, como la cruda ineficiencia en custodiar las cárceles, el Ejército casi de inmediato asumió esas funciones. Inclusive para elaborar los uniformes y zapatos escolares fue necesario recurrir a las Fuerzas Armadas, lo que contrasta con el poco feliz manejo del programa que habían hecho otras entidades.
Lo esencial y la gloria del orden democrático es la coexistencia de todos bajo un mismo techo, sin que unos excluyan o eliminen por la fuerza a otros.
El Ejército se ha ceñido de manera puntual al marco de lo pactado en los Acuerdos de Paz, cumple con lo que el Ejecutivo le pide, maneja con prudencia y honestidad sus presupuestos, hace un eficiente uso de los recursos que tiene asignados y no interfiere en la esfera de otras instituciones, incluidos los cuerpos municipales que desbordan el Orden Constitucional.
Cuidemos lo nuestro, que son las libertades
En cuanto a las acusaciones de que existen grupos en la derecha, dentro del Ejército o vinculados al sector productivo que conspiran en contra del orden establecido, nunca se ha presentado una prueba de ello. Acusar no equivale a demostrar.
Hasta el momento nadie ha visto en los miembros y asociaciones de la sociedad abierta, grupos que se organicen en células, se enmascaren, asuman alias para esconder sus identidades, que pacten con bandas terroristas, que reciban dinero del exterior, que sostengan tratos con bandas de delincuentes ni que se relacionen con los yijadistas del Medio Oriente.
La mayoría de salvadoreños quiere vivir en paz, cuidar a sus familias y mantener sus libertades, aun en las más precarias condiciones económicas. Nadie acepta, aunque tengan que sufrirlo, que grupos de fuerza los mantengan secuestrados en sus pasajes, colonias y cantones, por la inhabilidad, hasta ahora, de controlar la criminalidad.
No es admisible secuestrar a una nación entera, conculcar sus libertades, colocarla al margen de lo que es el mundo civilizado. El Ejército, al igual que las organizaciones propias de las sociedades libres, como son las gremiales que generan la producción de bienes y servicios al igual que el empleo de la gente, son las llamadas a tutelar lo que es de todos: escoger nuestros caminos, conservar lo que hemos construido con nuestro esfuerzo y hacer lo que nos venga en gana siempre que respetemos los derechos de otros.
Cuidar lo propio es cuidar instituciones y libertades.
elsalvador.com :.: Es esencial para el país conservar a su Ejército
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