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2010/10/22

EDH-¿Contradiciendo al presidente y engañando al FMI?

 Manuel Hinds.22 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

Siempre se ha sabido que hay grupos en el país para los que el tema de la dolarización no tiene nada qué ver son los beneficios que brinda al pueblo, sino sólo con fobias ideológicas y sentimientos destructivos hacia el emisor de los dólares, Estados Unidos. Siempre ha habido una campaña sistemática para convencer a la población que cualquier aumento de precios se debe a la dolarización, como si no hubiera habido inflaciones mucho más altas con el colón y como si las tasas de inflación del resto de Centro América no fueran todas más altas que las de El Salvador.

También se sabe que las autoridades monetarias del país no han hecho notar a la población los evidentes beneficios que la dolarización ha traído al país, que el estudio del FMI ha puesto de manifiesto. Pero a pesar de todo esto, es claro que la mayoría de la población del país ve en la dolarización una medida que le ha resultado en pagos menores de intereses y en menores aumentos de precios. Más aún, la mira como un bastión de la estabilidad económica del país y de la seguridad de su poder de compra.

Tan es así que el ahora presidente Mauricio Funes prometió solemnemente en su campaña que no iba a desdolarizar. Esta promesa, junto con la de no salirse del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la región centroamericana (TLC), jugó un papel muy importante en darle seguridad a la población de que el entonces candidato no estaba planeando locuras, sino que tenía en mente establecer un régimen económico estable y racional. Esta seguridad, a su vez, jugó un papel clave en su elección como presidente. Es decir, el mantenimiento de la dolarización fue parte del compromiso que el presidente asumió con el electorado cuando fue electo.

El compromiso con la dolarización está basado no sólo en promesas políticas sino también en el análisis racional de sus beneficios. Al principio de este gobierno, varios funcionarios dijeron que era necesario evaluarla y buscaron al organismo internacional competente para dicho análisis, el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que lo hiciera. Como lo noté en un artículo anterior, el FMI reportó los resultados de este estudio al gobierno salvadoreño, durante las consultas realizadas hace unas semanas y lo resumió en un anexo el informe del comportamiento de la economía del país que circuló la semana pasada.

En este estudio, el FMI nota que como consecuencia de la dolarización el sector privado se ha ahorrado 800 millones de dólares en pagos de intereses a la banca, y que el gobierno se ha ahorrado 400 millones más en pagos de intereses en su deuda, haciendo un total de 1,200 millones de dólares que la ciudadanía se ha ahorrado, directamente y a través del gobierno. Adicionalmente, el estudio nota que muchas de las acusaciones contra la dolarización no son ciertas. Específicamente, nota que es cierto que la dolarización ha afectado negativamente la dinámica de la economía y su capacidad de absorber golpes, a pesar de que la economía ha sufrido golpes más serios después de la dolarización que antes que ella, y que el dólar ha demostrado ser más estable que lo que el colón fue en el pasado. El FMI también demostró que la dolarización no ha causado ningún daño a las exportaciones, y que en realidad las monedas de otros países que devaluaron su moneda de 2001 al 2009, se encarecieron más que el dólar en El Salvador porque tuvieron más inflación. Finalmente, el FMI nota que la dolarización ha sido clave en el mantenimiento de la estabilidad económica del país.

Todas estas cosas deberían de satisfacer plenamente la curiosidad que varios miembros del equipo de gobierno manifestaron tener al principio de su mandato con respecto a los resultados de la dolarización. Sin embargo, los ataques contra ésta continúan como si no se hubiera dado respuesta a sus preguntas. Dado que no pueden apoyarse en ningún motivo racional, los ataques son progresivamente emocionales y basados en insultos y palabras vagas.

Todo esto además contradice lo que dicen los documentos que el gobierno de El Salvador firma periódicamente con el FMI, incluyendo el que se circuló la semana pasada. Estos dicen claramente que el gobierno salvadoreño reconoce los beneficios de la dolarización y que se compromete a mantener al dólar como la moneda única del país.

Es por eso que la ciudadanía percibe con creciente inquietud los cada vez más abiertos y más emocionales ataques a la dolarización, realizados por funcionarios del gobierno del mismo presidente Funes. Esto plantea la interrogante de si estos funcionarios están conscientemente contradiciendo la promesa del presidente y firmando documentos internacionales que no planean cumplir. Ambas cosas son muy dañinas para la confianza que se necesita para promover la inversión. Son muy malas también para la reputación de El Salvador como un país serio y responsable con lo que promete y firma.

elsalvador.com :.: ¿Contradiciendo al presidente y engañando al FMI?

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