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2010/10/15

Co Latino-Schafik: La Ética Revolucionaria Y Sus Herederos (30 Años Del Fmln) | 14 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

 Oscar A. Fernández O.15 de Octubre. Tomado de Diario Co Latino.

Aunque no siempre ha sido así, nuestra historia moderna se ha constituido sobre la base de la injusticia que actualmente se evidencia en el franco y acelerado deterioro social, con la miseria y la exclusión cada vez mayores de un lado y la opulencia y la riqueza concentrada del otro.
Una acumulación histórica agravada en los últimos veinte años de gobiernos areneros, impulsadores del neoliberalismo más ortodoxo, con el que casi destruyeron el Estado y mercantilizaron la vida de este país con sus brutales consecuencias de deterioro social, de las que ya hemos hablado en muchas ocasiones.
Esta injusticia estructural genera nuevamente el enfrentamiento de clases, hoy más complejo y problemático, porque a la explotación laboral se le suma la exclusión social, que  personifica la desesperación de millones de salvadoreños sin futuro. El pensamiento revolucionario salvadoreño y latinoamericano, que Schafik Handal ayudó a concebir y llevó a la práctica toda su vida, sostiene firmemente que una sociedad como la nuestra se puede cambiar y que otra realidad mejor es posible: una realidad de justicia, equidad, democracia, solidaridad y paz.
Enfrentando día a día esta opinión, los poderosos medios de comunicación hoy transformados en partidos políticos de derecha y los empresarios que los manejan, no se cansan de desacreditar las ideas revolucionarias de justicia e igualdad. Schafik, reputado e incorruptible luchador revolucionario, valientemente hizo frente  todos los días, con su argumento objetivo y apasionado a esta guerra sucia, que hoy se ha incrementado.
Uno de los ejes de dominación en la estrategia de la oligarquía salvadoreña y de los capitalistas que representan la ultraderecha, es que la desigualdad es innata y que pretender la igualdad va contra la “naturaleza humana”. Nos hacen creer que el sistema actual de dominación es el único posible, pues dominadores y dominados siempre han existido. Nuestra convicción de que esto es mentira, se sustenta en que las ciencias relacionadas con la historia de la humanidad demuestran que durante varias decenas de miles de años nuestros antepasados vivieron sin economías de mercados ni sociedades divididas en clases. La humanidad no nació históricamente con el poder del capital y la policía bajo el brazo.
El resquebrajado pero aún vivo partido ultraderechista de ARENA, portadores del estandarte fascista en esta nueva época que hemos empezado a escribir, sigue añorando las viejas consignas de “El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán” (sic), se regodean en sus fanáticas asambleas pensando en nuevas formas de dictaduras para consolidar su poder de antaño y continúan repitiendo las mentiras sobre un falso desarrollo social construido por ellos.
La pobreza, el desempleo, la persecución policial de las clases pobres, la desesperación por comer y por tener acceso a una derruida y abandonada salud pública, son remantes sin duda de ese viejo y brutal pensamiento, enquistado sobretodo en los círculos del poder fáctico económico y político.
No obstante, su discurso populista con el que pretenden desprestigiar los esfuerzos y resultados del nuevo gobierno, en este país de marcados contrastes sociales, hoy los capitalistas son más ricos que nunca, la explotación al trabajador es mayor y los grandes señores del dinero sucio se pavonean impunes como amos de El Salvador.
Entendemos por ética revolucionaria una práctica humanista de los sujetos políticos que están comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social, con el cambio de la sociedad basada en la desigualdad, con el socialismo.
La lucha empecinada de Schafik y de los miles que lo acompañamos, fundada en esta ética revolucionaria, fue y sigue siendo desde el inicio, construir una democracia efectiva que nos lleve por el camino del nuevo país, el nuevo El Salvador, una nación soberana, digna y constructora de su futuro, sin que otros nos dicten lo que tenemos que hacer, y dónde la impunidad del poderoso sea sometida por la justicia.
A treinta años de la fundación del FMLN, el principal legado de éste líder  a la izquierda revolucionaria salvadoreña, es la creación de los instrumentos históricos en la lucha por vertebrar las fuerzas sociales progresistas, la interiorización por la revitalización de la ideología socialista y el afinamiento de la estrategia de poder como una acción diaria. El no continuar enriqueciendo estos aspectos, significaría creer que la razón nos asiste por obra y gracia divina.
Un error que puede ser fatal, por que la historia no cae como fruta madura.
El partido FMLN y su liderazgo, producto de la acumulación histórica de la lucha revolucionaria político y militar del pueblo, sabe que la renovación ideológica es una necesidad histórica, que es además una renovación cultural que comprende la cultura como parte del proceso de la vida, lo cual nos lleva a la reflexión siguiente: que no hay ideologías acabadas, pues estas se construyen y se fortalecen en la lucha diaria. El pensamiento objetivo socialista y la actitud revolucionaria, se renuevan cada mañana al despertarnos. Debemos abrirnos sin elitismos a lo que viene del pueblo porque la idea central es igualdad y justicia, binomio esencial de un nuevo mundo.
Las ideas revolucionarias universales retomadas y enriquecidas por Schafik, requieren que los objetivos morales y éticos abarquen toda clase de injusticia existente, sobre todo aquellas que provocan la diferencia entre la opulencia de pocos frente a los miles que ven morir a sus hijos diariamente, sin que nadie los ayude. Por eso insistía, que la gran cuestión de este siglo es más democracia y redistribución equitativa de la riqueza, generada por el pueblo y por el empeño de los empresarios que más allá de sus ganancias, trabajan por el desarrollo de la nación, ya que las fuerzas del mercado por sí solas y sin ningún control, son incapaces de actuar sin producir distorsiones y grandes desequilibrios sociales.
Frente a la crisis económica mundial y al desempleo brutal que se desarrolla frente a nuestras ya debilitadas economías, debemos utilizar el poder público para crear empleos, lo que significa acabar sin prevención alguna con los dogmas del neoliberalismo rampante.
En algunos países de las Américas, especialmente Paraguay, la República Dominicana, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Uruguay y Chile, existe casi unanimidad de que el Estado, en vez del sector privado, debería jugar un papel principal en la creación de trabajo, mientras que en claro contraste, en los Estados Unidos y Canadá, el apoyo es dramáticamente inferior.
(Perspectivas desde el Barómetro de las Américas, 2008 (Número 1. LAPOP-USAID) Existen pruebas que la subvención fiscal a las grandes empresas para crear un empleo, se multiplicaría por cuatro empleos en el Estado si se invirtiese directamente para satisfacer las necesidades del pueblo.
En este compromiso histórico, debemos redefinir la estructura de la empresa pública y con una gran dosis de progresismo hay que ejercer el control debido para proteger nuestro mercado, que debe funcionar sobre la base de una competencia sana y con sensibilidad social.
En contraposición, deben intervenirse los mercados monopólicos y oligopólicos. Por tanto, resulta de carácter obligado elaborar desde ya las bases de un programa sobre el Estado, el mercado y las empresas, que deben considerarse como fuente de producción de la riqueza y no sólo como una reivindicación.
El liderazgo de Schafik y sus herederos, se configura a partir de su capacidad de entender estos complejos fenómenos como procesos cambiantes de acuerdo al contexto en que se desarrollan y por eso su pensamiento y su compromiso siguen vigentes.
Siempre supo y nos enseñó que la historia no era lineal, que lo único fatal que existe es la muerte, que no hay azar, que la vida son circunstancias y que la creación de una realidad mejor sólo puede ser obra de los pueblos, motores universales de la historia.
A treinta años de aquella gesta que cambió el rumbo de la historia en este país, su recuerdo y el de todos los que dieron su vida por este sueño que ya ha comenzado a ser realidad, nos ilumina y nos obliga a ser mejores para seguir sin cansancio hacia adelante, al lado de nuestro pueblo.

Schafik: La Ética Revolucionaria Y Sus Herederos (30 Años Del Fmln) | 14 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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