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2010/10/15

Co Latino-La teoría del valor sudor | 14 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

 Orlando De Sola W.15 de Octubre. Tomado de Diario Co Latino.

Hace muchos años, cuando no existían  el socialismo ni el capitalismo, los imperios y las naciones guerreaban por otras causas.
Hubo guerras por mujeres, como la de Troya, por esclavos, como la de Espartaco, y por religiones, como las Cruzadas, o Guerra Santa. Nuestro modo de producir bienes y servicios era diferente.
Unas pocas maquinas, como la palanca, la polea y el plano inclinado, facilitaban la tarea de nuestros antepasados, que asistidos por animales de labranza y herramientas primitivas, eran la principal fuente de energía.
Hemos cambiado desde entonces y seguiremos cambiando nuestro modo de producir, pero lo que no cambia es nuestra inclinación a la ira, la pereza, la envidia, la codicia y la avaricia, que no son teorías socio-políticas y económicas, pero siguen siendo la principal causa del conflicto
humano.
Ni la burguesía, ni el proletariado, ni el modo de producción impiden la convivencia pacífica, sino los vicios que nos estorban desde que el hombre es hombre y mujer la mujer.
Ganarás el pan con el sudor de tu frente, dice el libro de Génesis. Y muchos creen que el trabajo es un castigo. Pero trabajar, que equivale a vencer la pereza, no es un castigo, sino un ingenioso premio para vivir mejor.
Es cierto que no todo nuestro trabajo es remunerado con dinero, como sucede con millones de mujeres que se dedican a ser madres, esposas y gerentes de hogar. Pero, aunque no sea remunerada con dinero constante y sonante, esa actitud que vence la pereza tiene un valor intrínseco para todos nosotros, los humanos.
Nuestra forma de trabajar, o de vencer la pereza, ha cambiado según el modo de producir bienes y servicios, especialmente con la introducción de máquinas, o bienes de capital, como se les llama en jerga económica.
Pero la palabra capital viene de caput, que es cabeza en latín, no maquinaria metálica, sino ingenioso pensamiento. Y el capital ha sido mal empleado para designar los bienes de producción desde que comenzó la economía moderna, en el siglo XVIII, dando lugar a una confusión semántica cuyas repercusiones socio-económicas y políticas todavía sufrimos.
Expresamos la potencia de motores en caballos de fuerza, aunque los caballos ya no son la principal fuerza motriz, y empleamos la teoría del valor trabajo para calcular el valor de los bienes y servicios que producimos y consumimos.
Nuestro trabajo es remunerado de acuerdo a esa teoría del valor sudor, sin considerar la teoría subjetiva del valor, que es tan antigua y creíble como la otra, que continúa confundiendo a socialistas y capitalistas por igual.
La teoría subjetiva del valor fue presentada a mediados del siglo XIX por el economista austriaco Carl Menger, seguido por su discípulo, Eugenio Bohm-Bawerk y otros. Los bienes y servicios que producimos valen por el aprecio que les tenemos, no por su contenido de mano de obra, o sudor, sostiene esa teoría subjetiva. Por eso un sorbete vale más para un beduino en el Sahara que para un esquimal en Alaska.
Los diamantes no valen tanto por su contenido de mano de obra, sino por el aprecio subjetivo que les tenemos, relativo a nuestra cultura, status, o precariedad. 
Por eso no vale lo mismo un diamante para un habitante de África ecuatorial francesa que para una francesa en París. El valor es relativo y subjetivo, dependiendo de tiempo, circunstancias y otras variables.
La teoría del valor trabajo, sin embargo, es la más utilizada por socialistas y capitalistas para tratar de entender el proceso productivo, pero algunos la convierten en teoría de la explotación, implicando que en el actual sistema productivo toda forma de trabajo es una manera de explotación, porque nunca se nos paga lo que en realidad vale nuestro esfuerzo.
Esa diferencia entre lo que se paga y lo que vale el trabajo es el concepto de plusvalía, que dio lugar al concepto de proletariado, una palabra proveniente de prole, o descendencia en latín, así como la burguesía, que proviene de burg, o poblado en alemán.
Ninguno de esos conceptos es nuevo, porque siempre hubieron castas, estamentos y diferencias sociales, como patricios y plebeyos en la antigua Roma, o espartanos y metecos en la antigua Grecia,  no por el modo de producción, que se basaba en la esclavitud, sino por costumbres,
tradiciones o xenofobia.
La teoría del valor trabajo, que dio origen a la teoría de la explotación y a la plusvalía obliga al choque pero no así la teoría subjetiva del valor, que es independiente del concepto de clase.
Según algunos pensadores del siglo XIX, el antídoto a la explotación,  la plusvalía y la lucha de clases es el socialismo, un sistema de organización social en el que los factores de producción, personas, recursos y bienes, son controlados temporalmente por la dictadura del proletariado, ejercida por un partido.
Si sustituimos la teoría del valor trabajo por la teoría subjetiva del valor, comprendiendo que el amor, no el sudor, es lo que da valor a los factores de producción, esa dictadura del proletariado, o de cualquier otra clase, se vuelve innecesaria, así como otros errores conceptuales que sirven de fundamento a nuestro sistema productivo, que no es tanto capitalista como mercantilista.

La teoría del valor sudor | 14 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

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