13 de Octubre.Tomado de Diario Co Latino.
Es correcto cuando el Presidente de la República, Mauricio Funes, ha respondido a los periodistas de forma negativa, cuando aquellos le han preguntado si ve posibilidades de un Golpe de Estado en El Salvador, en estos momentos.
Y es que, en efecto, a ningún salvadoreño se le ocurriría pensar que el actual gobierno corre peligro de una intentona golpista, como el recién frustrado golpe sufrido por el Presidente Rafael Correa, de Ecuador, o el que sufriera Manuel Zelaya en Honduras.
Lo anterior no implica, que ese tema no deba preocuparnos. Y fue en ese marco de preocupación que el Coordinador General del FMLN, Medardo González, preguntó a los casi 200 mil militantes y simpatizantes reunidos en el redondel Masferrer y a lo largo del Paseo General Escalón, el domingo anterior, si defenderían al gobierno del Presidente Mauricio Funes, si algún trasnochado de derecha se le ocurriera dar un Golpe de Estado.
La militancia, que entendió perfectamente bien la preocupación de su dirigente, inmediatamente contestó, a viva voz, que sí.
A algunos dirigentes de la derecha, sobre todo de ARENA y algunos medios les ha preocupado que al FMLN y a su militancia le preocupen estos temas. Más bien, estos actores de la sociedad salvadoreña quisieran a un pueblo y a un partido dormidos en sus laureles, con la “guardia” relajada.
Y es que el mismo Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza pidió estar alerta.
“En nuestro continente sigue habiendo quienes a pesar de ser minoría están dispuestos a actuar y aprovechar cualquier coyuntura para provocar desestabilizaciones”, dijo Insulza.
En El Salvador, por ejemplo, el tema de los homicidios, curiosamente sobredimensionados por el 90 por ciento de los medios, y que a su vez es bandera de ataques del principal partido de derecha, confabulados con los analistas que han querido sembrar en el ideario colectivo que vivimos en “un país fallido”, despierta verdaderas sospechas de desestabilización, que fácilmente pueden sugerir, en las mentes trasnochadas, la idea de un Golpe para solucionar el problema.
ARENA y algunos empresarios vinculados a ese instituto político, por ejemplo, no han condenado el golpe en Honduras. Su tesis es que no hubo golpe, por lo tanto, podrían reproducir la misma receta en El Salvador, con su argumento de que tampoco sería un golpe.
O sea, pues, la máxima dirigencia del FMLN ha sido acertada, al pedirle a su militancia, en particular, a la nación en general, a no dormirse en sus laureles, y de solicitarles el compromiso de defender la institucionalidad, de ocurrir una acción descabellada como esa.
Es decir, son válidas las preocupaciones, no para crear una psicosis colectiva, sino, simplemente, para estar en alerta, tal como lo ha sugerido el Secretario General de la OEA, en el sentido de no descartar esas posibilidades en América Latina.
Por eso es que el Presidente Funes también dijo, en la inauguración de la XXIX reunión plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) : “El Golpe hondureño puso también al descubierto las debilidades inherentes al sistema interamericano y la urgente necesidad de una reforma de la carta democrática de la OEA”.
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