Co Latino-Un instrumento más para la reflexión | 31 de Marzo de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Editorial.01 de Abril. Tomado de Diario Co Latino.

Para el mundo católico y millares de cristianos en El Salvador, la Semana Santa no es sólo de festividades, no es sólo para el consumo, lo debe ser también para la reflexión y la cultura.
Para la reflexión porque, El Salvador vive una crisis profunda de valores. El respeto, y por lo tanto el reconocimiento del otro no es tal.
Son 13 los y las salvadoreñas que mueren diariamente. Unos, por efectos del crimen organizado, otros, por la cultura de la violencia, enquistada por más de 20 ó 30 años de impunidad que por situaciones sociológicas.
El Salvador necesita reencontrarse, eso significa respetarnos los unos con los otros, eso significa, pensar por el otro, actuar por el otro. Eso significa solidaridad, eso, desde la enseñanza cristiana significa perdonar al otro, amar al otro.
Quizá Monseñor Oscar Arnulfo Romero pueda contribuir en esa labor de rescate de los valores morales o religiosos. Y es que, en su XXX aniversario de su martirio, fueron miles los que participaron en su conmemoración. Entonces, si son miles los seguidores de Monseñor Romero, y por tanto cristianos o católicos, son miles los que deberíamos trabajar porque en El Salvador ya no se derrame la sangre entre hermanos.
Los que rezan por sus almas, los que oran por Monseñor Romero, pueden hacerlo por el hermano, por el vecino, por el prójimo.
Pero, como dice una legendaria canción revolucionaria, “no basta con rezar”, hay que actuar, hay que dar el ejemplo, hay que dar la mano al otro.
El país está sumido, además, en una terrible crisis económica, para salir de ella hay que olvidar la voracidad del mercado y actuar como promulgó en algún tiempo la iglesia católica, en la lógica “social del mercado”, que en nada debe parecerse a la voracidad que enseñó el neoliberalismo.
Hay que meter en la mente de los niños, esas prácticas cristianas, que pueden ser atinadas, en la medida de que sean también parte de la cultura de un pueblo, que quiere crecer en valores, desde la praxis familiar y no de las imposiciones como también ha sido un costumbre.
Esperemos que, los ruegos que se le hagan a Monseñor Romero, como un mediador más ante Jesús Cristo, ayude a que este pueblo se enrumbe por el camino del bien y deja la maldad que nos tiene a todos sumidos en la desesperanza.

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