29 de Abril. Tomado de Diario Co Latino.
Recientemente, hemos escuchado a los expresidentes de la República, Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol, así como a reconocidos diputados del Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), hacer fuertes críticas a las gestiones que el actual gobierno ha hecho para que le aprueben, en la Asamblea Legislativa, créditos internacionales para el gasto corriente.
Los préstamos solo deben servir para inversión pública, dicen los personajes en mención, y no para cubrir el gasto corriente.
No obstante, esos funcionarios no explican a la nación, por qué, y desde 1991, ellos también recurrieron a préstamos, porque los ingresos siempre fueron superiores a los gastos.
No dicen a la opinión pública, incluso, que muchos de los préstamos fueron hechos para pagar los intereses de los préstamos. Tampoco, dicen, por supuesto, que los intereses pautados, por cierto muy altos, se los pusieron los prestamistas, sin que tan siquiera hicieran un simple regateo, no digamos negociación.
Ayer, el Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, presentó a los editores y directores de medios de información, un diagnóstico de la realidad financiera y fiscal del país, que reflejan, no solo una total irresponsabilidad en el manejo fiscal y económico, sino, lo más penoso, que desde 1991, los distintos gobiernos de ARENA, utilizaron los créditos multilaterales para financiar el gasto corriente.
Y es que, desde 1991, el país ha mantenido un déficit fiscal entre el -2.8, en 1991, hasta el -5.5, en 2009. Es decir, el país ha tenido menos ingresos y más gastos.
También ha sido una ilusión, de los gobiernos areneros del supuesto crecimiento, salvo un par de años que tuvo que ver con períodos especiales, como la reconstrucción después de la guerra civil, y los terremotos, pero que en ambas situaciones, el crecimiento estuvo sujeto a inversiones con préstamos multilaterales.
Todo lo anterior, tiene a la base, por supuesto, el modelo económico, que se fundamentó en lo especulativo en los servicios, por lo tanto, no hubo producción, y la economía se volvió consumista, muchos de esos productos han sido importados.
Romper ese círculo, o esa realidad fiscal y económica, sin continuar con los créditos internacionales, inclusive para seguir sufragando el gasto corriente, es sencillamente imposible. De ahí que, la clase política, sobre todo la derecha, debe dejar de criticar que el actual gobierno tenga que recurrir a los préstamos internacionales para cubrir el gasto corriente.
En esta ocasión, está bien justificado, no sólo porque así se hizo en el pasado, sino porque es una necesidad real, y porque, además, tienen la proyección de modificar el status quo al finalizar el quinquenio, a la mitad del cual, inclusive, se busca disminuir la deuda entre tres y cuatro puntos porcentuales, e iniciar un proceso de crecimiento económico y social.
Publiquen ese diagnostico!
ResponderEliminar