Escrito por Walter Bastian.29 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.
El comercio es vital para la economía mundial, es el que impulsa la fuerza productiva, procura empleos y posibilita la transferencia de tecnología, manteniendo en pie la economía de las naciones. Es por eso que los gobiernos se preocupan por desarrollar políticas y estrategias en torno al intercambio comercial.
Estados Unidos ha sido uno de los principales promotores de una de esas políticas: el libre comercio. Este nos ha convertido en un importante socio comercial a nivel internacional. Hemos desarrollado la plataforma necesaria para exportar y competir en un mundo globalizado que exige productos de calidad, manufacturados por mano de obra competitiva cuyos derechos se respetan, implementando procesos limpios en beneficio del medio ambiente. Nuestro sistema cuenta con procesos aduanales ágiles y transparentes que facilitan el comercio.
A través del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centro América y la República Dominicana (conocido como el CAFTA-DR), Estados Unidos busca ampliar estos beneficios, compartiendo las mejores prácticas de cómo hacerlo.
A diferencia de tratados comerciales anteriores, CAFTA agrega un nuevo pilar a su estructura. Impulsa el libre comercio, pero también procura la cooperación necesaria para reconvertir a los países de la región, incentivándolos a mejorar su propia condición económica, social y medioambiental y poder competir y comerciar en un mundo globalizado.
CAFTA establece provisiones sin precedente en cuanto al tema laboral y medio ambiental, comprometiendo a sus signatarios a mejorar las condiciones de trabajo, respetar los derechos laborales así como proteger, mejorar y conservar el medio ambiente.
Para ello establece mecanismos de cooperación que facilitan el cumplimiento de estos compromisos. Es así que el gobierno de Estados Unidos, a través de sus diferentes agencias, ha brindado asistencia técnica y ofrecido capacitaciones que persiguen mejorar y fortalecer las leyes, políticas, regulaciones y procesos judiciales, para garantizar la excelencia laboral y medio ambiental.
A través de estos programas también se ha propiciado que el Derecho Laboral se incluya como materia obligatoria en las Escuelas de Leyes y en el campo medio ambiental se está impulsando la adopción de procesos de producción limpios, entre otros.
Nuestra labor de cooperación también se ha destinado a la creación de la capacidad comercial, desarrollando programas que contribuyan a la modernización de aduanas y creación de procesos que agilicen las importaciones y exportaciones. Por otra parte, hemos colaborado con agricultores, artesanos y Pequeñas y Medianas Empresas Salvadoreñas, PYMES, ayudándoles a buscar nuevos mercados y a cumplir con normas internacionales, que van desde el empaque hasta algunas más complicadas, como los requisitos fitosanitarios. Muchos ya están exportando y son testigos de los beneficios y ventajas del CAFTA. Su calidad de vida ha mejorado gracias a la oportunidad y apoyo que les aporta el tratado.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y su programa regional de Fortalecimiento a la Capacidad Empresarial, ha invertido 102 millones de dólares de 2005 a 2009 para estos fines. Adicionalmente, se tienen presupuestados 42 millones adicionales para el periodo 2010-2011.
La implementación del CAFTA lleva un proceso. Se establece un período para la desgravación arancelaria en productos claves, lo que da tiempo para que todos los países se vuelvan internacionalmente competitivos.
Impulsados por el CAFTA, la región está desarrollando la plataforma necesaria para exportar al mundo entero, contribuyendo al crecimiento económico y social de nuestro hemisferio.
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