Escrito por Roberto García.30 de Abril. Tomado de Tendencia Revolucionaria.
Hacer esta pregunta es importante porque pone en perspectiva la comprensión del problema y cuál es el problema te puedes volver a preguntar: que necesitamos transformar la realidad en la que hacemos nuestra vida.
Hacer esta pregunta es importante porque pone en perspectiva la comprensión del problema y cuál es el problema te puedes volver a preguntar: que necesitamos transformar la realidad en la que hacemos nuestra vida. La realidad, es hoy por hoy, para la mayoría de salvadoreños y salvadoreñas demasiado distante de la vida digna a la que aspiramos y por la que siempre hemos luchado. Pero, ¿cuál es el verdadero problema? Que este “gobierno que es del cambio” no está dispuesto a hacer el cambio prometido con el espíritu que se anunció o que se dio a entender en la campaña electoral. Pero si apenas va comenzando este gobierno, es prematuro juzgarlo ya. Puede ser, pero uno se atiene a los hechos. Por sus frutos los conoceréis, se dice entre nosotros. ¿Ha mejorado la vida o ha empeorado? ¿De quiénes está más cerca el presidente: de los de arriba o de los de abajo? ¿Con quién gobierna y para quién?
Es algo así como una pesadilla saber que el señor presidente se distancia y se va enemistando con el partido que lo llevó al gobierno, le hace trampa al FMLN en la construcción de su fuerza política que le permita gobernar a su gusto y con la complacencia de los poderosos de adentro y de afuera del país. De tal manera que se puede concluir ya, que el cambio en la forma y el fondo estará determinado por los mismos grupos que nos han estado gobernando desde la independencia. Y tú dirás que las cosas han cambiado, que ya no es arena quien gobierna, que ya no es el mismo grupo de poder el que está detrás y puedes tener razón, pero ahora es otro grupo de igual o de signo parecido el que gobierna. Entonces este cambio que se gesta tendrá el sello de este grupo de poder, que siempre es dominante y explotador. Se puede afirmar sin lugar a dudas que será: “el cambiar algo para que todo siga igual”. Ojalá nos equivocáramos.
Entonces: “la lucha continúa”. El problema mayor es que el partido que ahora es vilipendiado, marginado y maltratado, el FMLN, no dice ni hace nada. No se da cuenta de lo que le está pasando o ya no quiere luchar. Es importante saber lo que piensan. Si han renunciado a la lucha entonces aquí lo que hay es un vacío político en la izquierda. Es necesario llenarlo, construyendo otro instrumento para luchar y alcanzar los objetivos de este periodo de la historia.
Las organizaciones son instrumentos de lucha que uno crea para construir la voluntad colectiva y alcanzar objetivos concretos, de mediano y largo plazo. Un partido político es una organización. Una organización no surge por el capricho o antojo de alguien en particular, surgen por razones históricas. Dicho de otra manera, las organizaciones surgen cuando las condiciones históricas objetivas y subjetivas están dadas, mientras no. Las organizaciones y sus líderes surgen por necesidad de la historia. Pero es necesario que la nueva creatura que ha de nacer nazca bien y saludable, para eso se necesita poner a trabajar el pensamiento: estudiar nuestra historia reciente, compenetrarnos bien de la extraordinaria experiencia que encarna el FMLN. Conocer la conducta de la derecha en el pasado reciente y en este momento. La primera tarea que hay que asumir es la denuncia del nuevo engaño que se va urdiendo, de tal manera las derechas no se salga con la suya otra vez.
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