EDH-Estábamos orgullosos

 Escrito por Juan A. Valiente.28 de Abril. Tomado de El Diario de Hoy.

 

Durante muchos años habíamos estado orgullosos de nuestra infraestructura vial. De toda la región centroamericana, El Salvador era uno de los países con carreteras de lujo. Es posible que estratégicamente fuera mejor invertir un poco más en desarrollo humano que en mantener una infraestructura tan imponente. Sin embargo, recuerden que, aunque haya una verdad más profunda en la afirmación anterior, como país seguíamos interesados al menos en papel en aprovechar adecuadamente nuestro aeropuerto y nuestros puertos para servir como centro logístico regional.

Atinadamente el gobierno del Presidente Flores en el año 2000 creó la Ley del Fondo para la Conservación Vial (FOVIAL), para garantizar un adecuado mantenimiento a la Red Vial Nacional Prioritaria Mantenible. Durante un poco más de seis años dicho fondo funcionó muy bien. Como estaba previsto FOVIAL se nutría del impuesto específico asignado al consumo de combustible y se invertía en el mantenimiento de las carreteras. Ha sido administrado por una institución moderna y eficiente, logrando realizar su función con gastos de operación y administración de únicamente un 2%.

Sin embargo, en el marco del proceso eleccionario pasado, se modifica la ley en junio del año 2007 para que ya FOVIAL no sólo atendiera la red nacional, sino que también fuera responsable del mantenimiento de la Red Vial Urbana Prioritaria Mantenible y para que pudiera también ejecutar proyectos de inversión vial (caminos rurales). El mantenimiento de la red urbana hasta entonces correspondía exclusivamente a las municipalidades. Se aumentó la responsabilidad, pero no los recursos.

Otra herencia del gobierno del Presidente Saca que pretendía hacer uso de estos recursos ya no sólo para el cumplimiento del mandato legal, sino que con otros objetivos ocultos y vinculados más a la campaña electoral que iniciaba. Hacer politiquería nuevamente ha llevado a una iniciativa excelente para dar resultados lamentables. Ahora todos estamos hartos del deterioro evidente de nuestras carreteras.

Es cierto que las municipalidades no cumplen a cabalidad con su responsabilidad de dar mantenimiento a la red urbana secundaria, aunque siempre son buenos en cobrar las tasas municipales que para dichos fines están establecidas. Pero detrás de esa modificación legal debe hacerse otra lectura.

Es todavía memorable el enfrentamiento entre el alcalde de Soyapango Carlos Ruiz y el CAM con los habitantes de la colonia Las Margaritas en octubre de 2007, cuando cuadrillas del FOVIAL querían comenzar a reparar la calle principal de acceso a dicha colonia. Evidente es el interés de la comunidad en mejorar su infraestructura que todos, incluyendo buses y microbuses, protestaron inútilmente en contra del alcalde. Evidente es también el fracaso de la gestión del alcalde Ruiz en términos del buen uso de los recursos recabados del público.

Y en ese contexto evidente también es el enfrentamiento partidario de las dos fuerzas políticas principales del país, cuando en esa ocasión se enfrentan personalmente el alcalde Ruiz con la vicegobernadora por el departamento de San Salvador, Maritza de Guatemala, quien era además candidata a alcaldesa de Soyapango por parte del partido ARENA.

La politiquería dañó al FOVIAL. Actualmente me parece con alguna certeza que estamos enfrentando situaciones similares, donde los nuevos dirigentes del país hacen uso de esa modificación legal para promover mantenimiento de la red vial municipal y no de la nacional prioritaria. Y al final todos sufrimos las consecuencias.

Ojalá que aprendiéramos del pasado y dejemos la política en su lugar. Tienen los líderes actuales del país una responsabilidad con la ejecución de sus funciones legales. Los ciudadanos los juzgaremos por lo bien o mal que las cumplan. No se confíen. Tarde o temprano se descubren los tamales y entonces el partido involucrado deberá responder y pagar con el rechazo popular. Si no me creen, pregúntenle a ARENA.

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