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2010/04/30

Contra Punto-El Consejo de los Sabios

 Escrito por Manuel Sorto.30 de Abril. Tomado de Contra Punto.

Un trabajo de equipo es lo menos que esperamos de las personas a las que hemos entregado nuestra confianza

BAYONA

- He estado reflexionando sobre el tipo de gobierno que hemos logrado. Puede ser que diga unas burradas, pero vamos a ver. Ustedes dirán. Me cayó como anillo al dedo el Editorial de ContraPunto de la semana pasada, donde toca al menos tres cosas que quiero comentar. Intentaré hacerlo una a una para no enchibolarme, y por aquello de la extensión.

Para empezar, a mi me gustaría tener acceso a una reunión de Gobierno, del Gabinete o de Ministros, o como se le llame a eso en El Salvador. Debe ser para morirse de risa o, quizás ejemplar y para seguirla con mucha atención. Porque se supone que ese equipo se ha formado con lo mejor y más capacitado que el Presidente Funes y el FMLN han logrado, tanto entre los amigos y conocidos como en el partido. Estos Consejos de Ministros o de Gobierno se realizan periódicamente, creo que por ejemplo en España son mensuales, pero no estoy seguro; en Francia son semanales, los viernes, me parece. Me pregunto ¿Qué se dicen y cómo hablan entre ellos los responsables del gobierno de nuestros problemas y de lo que la opinión dice a través de los medios independientes y no del gran capital? ¿Es que alguien sabe y podría informarme sobre la periodicidad de las reuniones de Gabinete en la República de El Salvador?

Esta pregunta parecerá un chiste, pero no lo es: muchos creen y dicen o afirman que el gobierno nunca se reúne. Pero lo que sostiene ContraPunto en su editorial de la semana que viene de terminar, va incluso más allá: « (...) en la macro-política hay que señalar un peligroso alejamiento entre Funes y el FMLN, cuando la realidad exige lo contrario. Ninguno puede solo con semejante responsabilidad de cambiar la realidad del país en medio de una crisis generalizada. ». Esto es un rumor a gritos desde poco tiempo después de instalado el nuevo gabinete de gobierno, rumor que oficializó el Vicepresidente y Ministro de Educación Salvador Sánchez Cerén el pasado 15 de marzo del 2010 en un acto de aniversario del triunfo del FMLN, al pedirle al Presidente Funes una mayor comunicación.

Un trabajo de equipo es lo menos que esperamos de las personas a las que hemos entregado nuestra confianza. Y más les vale. El mismo presidente recién electo dijo que su gobierno sería un gobierno de unidad. Lo que esperábamos es que eso se llevara a cabo, al menos, y con mayor razón ¡con el partido político que lo lanzó como candidato! Porque votamos por un candidato y por un partido que representa (al menos hipotéticamente y en sus inicios) la unificación de las fuerzas llamadas de izquierda que libraron la guerra civil. No se trata de cualquier partido.

Pero volviendo a las reuniones de Gabinete y el trabajo concertado en equipo: es lo menos que esperamos de nuestro gobierno, este gobierno que hemos electo, y a quien el anterior gobierno, sin ser del mismo partido, le entregó el poder por primera vez en nuestra vieja historia de siglos; un país en una situación social y económica completamente desfondada, de lo que se dice y sabemos. Un país con una historia inmediata reciente y que incluye nada menos que una guerra civil y con una situación actual de violencia generalizada que toca todos los estamentos de la sociedad confundidos y no solo el de las « maras »: solo en la última semana están, entre otras cosas, los asesinatos de los profesores en Opico y los ametrallamientos repetidos hacia un miembro de Interpol, que además es ¡diplomático mexicano!.

En la situación actual, y que es practicamente la misma de antes de las elecciones de 2009, no se trata de jugar en el Gobierno a cada quien librando su capote. Eso no es posible en un Gabinete de Gobierno con un mínimo de seriedad y modernidad. En estos consejos regulares, el presidente puede enterarse de como va el quehacer del conjunto de su gobierno y a la vez sus ministros de como él lleva lo suyo. Se plantean los problemas, se intercambian opiniones y se proponen soluciones o maneras. Ello enriquece a todos, y todos enseñan y aprenden un poco de todo. Esta norma o regla rutinaria, este ritual, clásico si se quiere, sirve para enterarse de como va el proyecto de país que están dirigiendo y hasta donde lo están logrando en su conjunto. Valga decir: informe, opinión, iniciativas, ideas, consejos... intercambio en el seno gubernamental.

El país necesita esa comunicación entre todos los miembros y sectores del gobierno. No elegimos un gobierno para que se repartieran simplemente « lo económico » y lo « social »: lo uno no puede jugar separadamente de lo otro, y lo uno depende de lo otro. Sería ingenuo creer y pensar lo contrario, o simplemente idiota; y eso lo paga, de una u otra manera, la comunidad. Exigimos que se pongan de acuerdo y se escuche la opinión ciudadana. Ahora bien, de ser cierto, y parece que lo es, no sólo es de chiste (y de mal chiste), sino a la vez vergonzoso. Elegimos para presidente a un candidato propuesto por un partido, y para que formara un gobierno que trabaje en equipo, como cualquier gobierno democrático y responsable.

Porque si no, ¡ve qué bonito!, para las elecciones se las arreglan para concentrar la fórmula mágica con el carisma, la honorabilidad y popularidad de un periodista y uno de los comandantes guerrilleros firmantes de la paz en representación del FMLN, y toda la legitimidad que éste tiene como fuerza popular, y resulta que ahora, ya en el gobierno, Funes y sus cheros por una parte y el Frente por la otra, se reparten « el pastel » o las responsabilidades: lo económico lo controlan estos y los social los otros. La idea no es mala, pero siempre que se haga conjunta y orgánicamente, que se trabaje en comunicación y equipo, y no empurrados o amenazantes entre ellos o pinchando o desinflando ruedas del carro del otro; sobre todo, como dice el editorial de ContraPunto: cuando la realidad exige lo contrario.

El Consejo de los Sabios

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