La madrugada del 2 de junio el empresario y ex arenero Adolfo Tórrez murió de un disparo en el corazón. Diez meses y medio después su amigo René Rendón, piensa que se trato de un asesinato. Solicitará apoyo al IDHUCA para reabrir el caso
Escrito por Jaime Ulises Marinero.26 de Abril. Tomado de La Página.
Sobre la muerte de Adolfo Tórrez se han hecho cientos de conjeturas, la mayoría coinciden en que se trato de un suicidio, tal como oficialmente cerró el caso la Fiscalía General de la República, apenas cuatro días después del hecho.
Una de las personas que no creen que se trató de un suicidio es René Rendón, un amigo íntimo de Tórrez, quien cree que fue un homicidio y para ello tiene sus propias versiones que giran alrededor de amenazas d e muerte que su amigo había recibido.
Torrez renunció a la dirección departamental de San Salvador de ARENA y al partido días después de que el periódico digital El Faro publicara un audio en el cual se escuchaba al político sostener una conversación con el ex diputado pecenista Roberto Silva, en la cual le pedía “medio melón” (500 mil dólares) para ayudarle a solventar sus problemas legales en el país.
Cuando Tórrez, un ex oficial de la guardia nicaragüense, renunció, ARENA ya había comenzado un proceso de expulsión, incluso ya se habían publicado comunicados del partido rechazando y repudiando la acción de su director departamental de San Salvador.
Aparte de eso, las amistades comenzaron a retirarse y comenzó un bloqueo hacia la actividad empresarial de Tórrez, relacionada con la seguridad privada. Asimismo ya había comenzado conversaciones con dirigentes del PCN para pasar a formar parte de ese partido.
Según Rendón, en ese contexto Tórrez comenzó a recibir amenazas de personas que antes estuvieron ligadas a él. De esas amenazas conocían los amigos más cercanos.
Por esas supuestas amenazas y por una serie de hechos que ocurrieron la madrugada del 2 de junio, cuando Tórrez murió es que Rendón no cree que se haya tratado de un suicidio, pues su amigo, a pesar de los problemas, siempre se mostró optimista.
La noche del 1 de junio de 2009, día en que Mauricio Funes asumió como presidente de la República, Tórrez estuvo consumiendo licor. En la madrugada del martes 2 ya en la vivienda de Tórrez, se encontraban sus hijos, su esposa, su hermano Rafael y su empleado Manolo. En un instante Tórrez salió a tomar aire, tras él salieron sus acompañantes, excepto sus hijos que estaban dormidos.
Tórrez estaba junto a un carro en una posición donde solo su esposa y alguien que estuviera en el bosque contiguo podían verlo, mientras que su hermano y su empleado se encontraba en una posición donde podían ver a la esposa, pero no a Adolfo.
Repentinamente se escucharon dos disparos, aunque oficialmente se consigna que solo se escuchó un disparo. Al instante la esposa, Rafael y Manolo corrieron hacia donde yacía Tórrez con un disparo en el corazón, aparentemente muerto al instante. Lo extraño, según Rendón, es que el arma que siempre portaba Tórrez se encontraba a unos diez metros del cuerpo.
La única testigo que presenció el momento del disparo fue la mujer de la victima, cuyo testimonio fue clave para declarar que el caso se trató de un suicidio. No obstante, Rendón sostiene que hay algunos aspectos que no se han investigado o no se quieren investigar, como el hecho de que los testigos escucharon dos disparos y no uno, como que el arma estaba a diez metros de distancia, como que el disparo en la pared estaba en una ubicación diferente a la altura de Tórrez y lo más importante es que no han querido investigar porque una puerta de acceso al bosque estaba abierta.
A juicio de Rendón esto último es vital. Según él, alguien llamó a Tórrez para pedirle la llave que abre la puerta que da hacia el bosque y tal era la confianza con esa persona que se las dio.
En el sitio donde se encontraba Tórrez cuando murió solo podía ser visto por su mujer y por alguien que estuviera dentro del bosque. El disparo que le entró en el corazón tenía salida y según Rendón era perpendicular de arriba hacia abajo, además debió ser disparado desde una larga distancia porque la bala para salir necesita ese impulso y si Tórrez se hubiera disparado probablemente la bala le hubiera quedado adentro.
Nadie de los que llegó a la escena se percató o quiso percatarse de que la puerta hacia el bosque estaba abierta, a pesar de que Tórrez, un ex militar y propietario de una agencia de seguridad, nunca habría por razones de seguridad, especialmente en la noche.
A Rendón le llama la atención que su amigo fue llevado a un hospital privado, cuando ya estaba muerto. “De un balazo en el corazón nadie sobrevive, su hermano y su empleado confirman que Adolfo estaba muerto cuando lo llevaban.
En el hospital, pese a que supuestamente ya estaba muerto le realizaron el protocolo hospitalario y le lavaron la herida con alcohol y yodo. Eso habría sido determinante, según lo dijo en su momento el ex fiscal adjunto Astor Escalante, para que no se le encontrara pólvora en el orificio de entrada, ni en sus manos. Toda persona que se suicida de un balazo tiene huellas de pólvora en sus manos y en el sitio donde ingresa la bala, pero este no fue el caso. Para Escalante los procedimientos hospitalarios determinaron que ocurriera así, pero para Rendón es otro punto más para creer que su amigo no se suicidó.
A Rendón también le parece sospechoso que el caso se haya cerrado cuatro días después al haberse oficializado el caso como suicidio, sobretodo porque en sus declaraciones Manolo y Rafael declararon haber escuchado dos disparos y haber encontrado el arma a diez metros del cuerpo, lo cual es imposible porque quien se suicida tiene el arma en sus mano o junto a su cuerpo.
De acuerdo con Rendón, quien abandonó ARENA para ser parte de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) el testimonio del hermano de Adolfo fue cambiado en la Fiscalía, pues él declaró no haber visto el preciso momento en que murió Tórrez y públicamente se ha manejado de que él y su cuñada declararon haber presenciado el hecho.
Reapertura
Por todas esas situaciones que para Rendón son incongruente, él y un grupo de amigos están dispuestos a pedir la reapertura del caso, porque consideran que Tórrez fue asesinado por alguna de las personas que lo habían amenazado.
Respecto a la declaración de la esposa de Tórrez, Rendón dijo que la respetaba, pero que al haber tanto cabo suelto, es preferible desconfiar de su testimonio.
Los amigos de Tórrez están dispuestos a solicitar ayuda al Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA) así como de organismos internacionales.
“Lo que queremos es que se abra el caso, que se revise la escena del crimen, que se retome la investigación alrededor de las amenazas de muerte y que se revisen los testimonio. Estamos seguros que fueron dos disparos los que se oyeron y no uno solo, también nos intriga mucho la llamada de la persona conocida que le pidió la llave que da al bosque y consecuentemente que la puerta haya estado abierta a la hora del hecho”.
Un fiscal aseguró que en la Fiscalía se realizó el procedimiento investigativo y que asentar el caso como suicidio en cuatro días fue producto de las investigaciones realizadas con la urgencia del caso por la víctima involucrada.
Se revisaron cámaras, se hicieron planos y todas las experticias que la ley permite. Al final la conclusión fue suicidio.
“Son conjeturas por lo polémico de la personalidad que tenía Adolfo Torrez, pero nada se ha inventado, fue un suicidio”, dijo un fiscal.
Pese a la certeza de la Fiscalía Rendón no está convencido, pero acepta que en todo caso si su amigo se suicidó, fue porque lo obligaron a tomar esa decisión, “porque de otro modo no ocurre eso”.
Las conjeturas sobre la muerte de Torrez continuarán, hay quienes hasta asegura que nunca murió , pero LA PÁGINA tuvo acceso a ver dos fotografías de la autopsia del cadáver. Los amigos de Torrez solo quieren que se aten los supuestos cabos sueltos, que giran alrededor de su muerte… una muerte llena de conjeturas.
Lo lamentable es que si le asesinaron no fue por lo poco etico y antinacional de la estafa que él hacia al estado cobrando por cientos de plazas inexistentes. Si le asesinaron fue por que no lo supo hacer bien, sin ser descubierto, y ya destapado el cocimiento pues era inevitable el daño "politico"( o de otro caracter entre ladrones) que le causaba en ese periodo a arena.
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