Comentarios mas recientes

2010/10/09

:: OBSERVADOR POLÍTICO - Los siguientes 30 años del FMLN

 Joaquín Samayoa. 09 de Octubre. Tomado de El Diario de Hoy.

Tres décadas han transcurrido desde que, por insistencia de Fidel Castro, un grupo de organizaciones marcadamente sectarias comprendieron que debían entenderse y sumar fuerzas si querían tener alguna posibilidad de éxito en su lucha para arrebatarles el poder del Estado salvadoreño a los militares y a las élites económicas de aquellos días.

Así surgió el FMLN, un incómodo agregado de movimientos políticos y sociales embarcados en una difícil transición para convertirse en organizaciones guerrilleras clandestinas cuyo único acuerdo era la opción por la lucha armada y la inspiración en unas pocas ideas mal digeridas del pensamiento marxista-leninista.
Las FPL, el ERP, la RN, el PRTC y las FAL del PC aprendieron a coexistir y a coordinar esfuerzos políticos y militares, pero en los doce años que duró la guerra nunca superaron las mutuas desconfianzas ni consideraron necesario debatir, menos todavía modificar, sus respectivos dogmas ideológicos.
Aunque todas las organizaciones que integraron el FMLN tenían sus "frentes de masas", de los cuales se nutrían para el relevo de cuadros, apoyos logísticos y recaudación de fondos, las FPL y el ERP eran, con gran diferencia, las más sólidas, las más arraigadas en sectores populares y las que tenían mayor capacidad operativa en todas las dimensiones de una lucha compleja y muy desigual.
A pesar de haber realizado una gran cantidad de acciones moralmente reprochables, como fue el caso de los secuestros y asesinatos a sangre fría, y otras tantas que provocaron peligros e incomodidades a la población civil, como los sabotajes a la energía y al transporte público, el FMLN logró consolidarse y legitimarse ante una buena cantidad de personas y organizaciones nacionales e internacionales.
En la última etapa de las negociaciones de paz y durante la ejecución de los Acuerdos de Chapultepec, los intelectuales del FMLN estuvieron a la altura de los desafíos y las circunstancias, y el FMLN pudo proyectarse como una organización con la flexibilidad y la sensatez necesarias para convertirse en sujeto político responsable y respetable en una nueva etapa de la historia salvadoreña.
Lo demás es historia reciente que todos conocemos, incluyendo a quienes eran niños o todavía no habían nacido en los años de la guerra.
El FMLN se ha mantenido como primera o segunda fuerza política del país y ha tenido una importante cuota de poder y responsabilidad en gobiernos municipales, legislaturas y otras instituciones públicas cuyo control de adjudica directa o indirectamente mediante libre sufragio en un régimen de democracia representativa.
En las más recientes elecciones alcanzó, por fin, la presidencia de la república, lo cual constituye un importante logro partidario, aunque para alcanzarlo haya tenido que ceder una importante cuota de poder a un presidente que no surgió de sus filas y que nunca ha estado dispuesto a plegarse enteramente a la agenda y a los intereses del FMLN.
Hay que observar, sin embargo, que más allá de una viñeta política, el FMLN de hoy guarda poca semejanza con el FMLN que hizo la guerra y negoció la paz.
De las cinco organizaciones que lo fundaron, sólo queda el Partido Comunista, que entonces era la más pequeña y la más irrelevante para el esfuerzo bélico, y unos pocos, muy pocos, dirigentes de las FPL, la organización más antigua y la que contribuyó una de las mayores cuotas de sacrificio humano durante la guerra.
La mayoría de los mejores intelectuales que militaban en el FMLN han sido repudiados o se han distanciado voluntariamente para trabajar por el país con más libertad de pensamiento y sin ataduras partidarias. Una gran cantidad de ex combatientes, muchos de ellos lisiados de guerra, han sido abandonados a su suerte.
Entre las bases más radicalizadas de lo que queda del FMLN original, hay muchos jóvenes que no han tenido la experiencia de arriesgar realmente la vida por sus ideales, lo cual les habría dado una perspectiva más realista y un mayor sentido de responsabilidad.
El FMLN de hoy sigue amparándose en el socialismo utópico pero no ha querido aprender las lecciones del socialismo histórico y no muestra mucha creatividad para construir el socialismo real. Sus referentes concretos son regímenes que niegan casi todo aquello por lo cual lucharon y ofrendaron sus vidas los jóvenes idealistas que se sumaron a movimientos y partidos de izquierda en las cuatro últimas décadas del siglo pasado.
Se identifica a sí mismo como un partido revolucionario pero se ha convertido en un partido esencialmente conservador, con poco espacio para el pensamiento crítico, sin novedad en su proyecto político estatizante y con escasa capacidad de respuesta técnica a los grandes problemas económicos y sociales del momento y del futuro previsible.
A lo largo de sus 30 años de historia, el FMLN ha sido un buen partido de oposición, pero no tanto por sus méritos sino por los errores de sus adversarios. Antes fueron las atrocidades de las fuerzas armadas, cuerpos de seguridad y escuadrones de la muerte; después, la incapacidad o la falta de voluntad de los gobiernos de derecha, que en 20 años no hicieron avances significativos para superar la pobreza, la corrupción y las debilidades institucionales.
El FMLN ha vivido de la frustración y de la comprensible indignación de la gente; pero si no renueva su pensamiento, si sigue viendo la democracia como un mero escenario táctico para alcanzar y mantener a perpetuidad y a cualquier costo el control total de los poderes del Estado, sus siguientes 30 años de vida significarán para El Salvador una decepción igual o aun mayor que la ocasionada hasta este día por sus antípodas ideológicos.

:: OBSERVADOR POLÍTICO - www.elsalvador.com :: Los siguientes 30 años del FMLN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.