“La situación económica es difícil y la poca articulación de los actores políticos propicia la acción de movimientos ciudadanos apolíticos, con suficiente masa crítica y credibilidad para proponer y servir de puente.”
Escrito por Rafael Castellanos.19 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
El país vive una situación muy compleja y no saldremos bien librados, si no se forma una masa crítica importante de ciudadanos, despojados de política partidaria, que analice con claridad, plantee y promueva soluciones para superar la difícil situación, cuya salida no se ve clara.
En un grupo así la polarización se queda fuera. Su accionar pudiera contribuir a superar la intolerancia y prejuicios existentes, los desencuentros entre gobierno y sector privado, entre partidos políticos, facilitar enfrentar las tareas entre todos.
Esto pasa por que se pueda analizar cualquier tema y hablarlo claramente, sin que sea tomado como ataque y provoque reacciones negativas innecesarias, que es el orden del día en el vivir político. Lo más importante que puede hacer esta alianza ciudadana, además de sugerir cómo reactivar la economía, es contribuir a que no perdamos el país, ni al proyecto absolutista de parte del Frente, ni al crimen organizado.
Un movimiento necesita ser no formal, ágil, conformado por instituciones y personas deseosas de servir al país, anteponiéndolo a sus intereses, que comprendan la realidad y proponga soluciones lúcidas, sin distorsionarlas con el lente que usan los políticos.
Una de las causas más comunes de distorsión por los políticos es que al tener poder tienden a creer que saben más que nadie, que son dueños de la verdad, e ignoran lo negativo defensivamente, aquí y en todo el mundo. Se necesita una dosis extraordinaria de sentido común y humildad para no dejarse llevar por esa humana tentación, ser un verdadero líder.
Sobre la situación económica: entramos en crisis como todos, la nuestra profundizada por la desconfianza de inversionistas y banqueros en el gobierno de izquierda, no por Funes, sino por el partido en el gobierno, que se mantiene anunciando su marcha hacia su proyecto totalitario. Esas declaraciones y temas conspicuos, infundados y altamente inoportunos, como hablar de golpe de Estado, solamente causan desconfianza, aunque se molesten, es así.
Si no rompemos ese ciclo de desconfianza, es difícil tener la inversión necesaria para crecer. ¿Cómo se le hace? Quizá pudiera ayudar el movimiento propuesto.
A pesar de poca inversión, se puede crecer siendo eficientes en el uso de los recursos, de los servicios, haciendo ágil la pesada burocracia gubernamental, avanzando en transparencia en el sector público y privado, mejorando la seguridad personal y la jurídica, el funcionamiento de la justicia, mejorando los problemas de transporte, haciendo mucho mejor el clima de negocios.
Eso significa siendo más competitivos como país y en las empresas. La competitividad, que está compuesta por muchos factores, cobra una importancia monumental para crecer con lo que tenemos, aun en presencia del peligro de un cambio estructural en política. Se mejora en lo posible, día a día, poco a poco y eventualmente paga, se crece y aun ayuda a espantar peligros cuando se progresa.
¿Como se mejora en competitividad? Primero, como en todo, identificando los problemas. Nada es nuevo, están en los índices internacionales publicados, se proponen soluciones, algunas fáciles, otras no tanto, pero identificarlas claramente sirve para buscar soluciones.
¿Cómo se hace para lograr que un buen número de ciudadanos pueda conversar sobre las soluciones a nuestros problemas sin que se moleste el gobierno, aunque se le aluda, ni las gremiales, partidos de oposición, o cualquier actor político?
La respuesta es sacándolo del ámbito político, apelando a su amor al país, estimulando a formar una masa crítica pro país, en donde haya apertura, tolerancia, capacidad y disposición a buscar soluciones desinteresadas.
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