El director del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Óscar Kattán, dijo esta semana durante el Conversatorio con Editores de LA PRENSA GRÁFICA que el sindicalismo en el país se está desnaturalizando.
Escrito por Luis Laínez.10 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
Habla de los sindicalistas del ISSS. Para mostrar cómo han cambiado las cosas, asegura que “los únicos que cierran hospitales son los sindicalistas”. Lo dice para aclarar que no hay planes desde el Gobierno para clausurar nosocomios.
Lo curioso es que quien lo dice es el hombre que fue candidato a alcalde de Sonsonate por el FMLN. Kattán mismo se declara socialdemócrata, “como el presidente Mauricio Funes”, especifica, de modo que uno no puede dejar de pensar que algo se está moviendo dentro del abanico de las izquierdas.
Los sindicatos del Seguro Social siempre se han mostrado combativos y, de hecho, forman parte de ese universo de izquierdas.
Pero ya no responden a los objetivos que tiene esta corriente política. No solo no representan a los trabajadores (ellos mismos ni siquiera cumplen con sus labores y se dedican a tiempo completo a cerrar hospitales para obtener, a final de año, un bono más jugoso) y mucho menos velan por los usuarios del Seguro Social.
Es que en la izquierda pasan muchas cosas que, según la teoría, no deberían suceder, porque son la negación del modelo que siguen.
Por ejemplo, hoy celebrarán en República Popular de Corea el 65.º aniversario del Partido de los Trabajadores, partido único, con un desfile militar que incluye tanques y misiles.
De paso, presentarán a Kim Jong-Un como el posible sucesor en el gobierno de Kim Jon-Il, su padre. Este, a su vez, heredó el poder de su padre, Kim Il-Sung. ¿Le parece posible esto: una monarquía comunista? Pues ahí está. Lo más curioso de todo es que los vecinos de Corea del Norte esperan que sea una “sucesión tranquila”, para evitar oleadas de refugiados hacia China, Corea del Sur o Japón o incluso una guerra civil.
Hoy también se celebran los 30 años de fundación del FMLN, entonces como una alianza militar entre cinco organizaciones guerrilleras.
Con el paso de los años, algunos se fueron del FMLN, como Dagoberto Gutiérrez y su Tendencia Revolucionaria (TR), porque consideraron que era parte del sistema que había jurado aniquilar. Desde hace un año, en cambio, la TR analiza convertirse en partido político, es decir, meterse de lleno en el sistema electoral.
Ahora en el FMLN no hay aversión hacia los empresarios. Al menos no contra todos. De hecho, algunos altos dirigentes de este partido político son hombres de negocios prósperos.
“En los nuevos tiempos, en la época de hoy, las relaciones entre las naciones, esencialmente, tienen que ver con relaciones políticas, económicas y diplomáticas, más que con lo ideológico”, me dijo José Luis Merino, el comandante Ramiro Vásquez, en La Habana, en medio de la Plaza de la Revolución, poco después de que el presidente Mauricio Funes colocó una ofrenda floral a los pies de un monumento a José Martí.
Quién lo hubiera dicho. Hay cosas que se desnaturalizan. Otras, en cambio, se adaptan sin traumas.
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